jueves, 3 de julio de 2014

Fotos de las Marzas




         Debemos estas fotos a Pedro Castillo. La década de los sesenta y principios de los setenta fue la
época dorada del canto de las marzas en Ampuero y los que mejor escenificaban e interpretaban el tradicional romance fueron los de la Bárcena.

En el libro de Jesús Garper. "Por caminos de Ampuero" podemos leer:
"Era costumbre salir en cuadrillas en dicha noche (la última de febrero) e ir recorriendo los barrios cantando "las Marzas". Con mucha alegría los mozos pateaban los caminos y callejos, recorriendo hogares con olor a leña quemada, castañas asadas y torta de borona. No faltaba el mozo con "el cuévano" a la espalda para recoger las castañas, chorizos y demás cosas que recibían....
Qué gran festejo. Emocionante concurso de "Grupos de marzantes" que, magníficamente ataviados y con buenas voces competían en noble pugna. Y el foco primordial de las "marzas" estuvo en La Bárcena. Los mayores fueron recomponiendo la letra y la tonadilla de tan ancestrales romances petitorios. Recordamos a Cholo Osaba, Gorio Núñez, Rique Iturralde... refrescando sus memorias, al amparo de algún que otro trago de vino rioja, en la taberna de Mariano Romaña".


Florecido marzo, que mañana llegas, seas bienvenido, llega enhorabuena;
porque en ti florecen dos mil cosas buenas.
Florecen los campos, lirios y azucenas, florecen los riscos, florecen las breñas y los pajaritos por las arboledas cantan y relinchan por la primavera.
A esta casa honrada, señores llegamos, si nos dan licencia las marzas cantamos, si las cantamos, si las cantaremos, si las rezaremos; más con su licencia cantarlas queremos, que es de cortesía y es desobediencia  en cas de nobles cantar sin licencia.
Al oído, oído, damas y doncellas, oiréis las marzas nuevamente impresas.
No vienen de Holanda ni de Inglaterra, que Dios las envía del cielo a la tierra.
Muchas profecías se encierran en ellas, y las que diremos son algunas de ellas y las que diremos son algunas de esas....




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