jueves, 16 de junio de 2016

Don José del Campo, por Carmen López


Recuerdo cuando llegó a Ampuero Don José y también Don Germán Sánchez.
Vivían en la casa donde tenía Lolo la tornería, en el piso segundo, ya que en el primero vivían los hermanos Zapiaín.
Esa casa fue dejada en herencia para la iglesia y acogía a los sacerdotes. En el piso superior vivía Gregoria que era familia de los Sanz, creo que prima. Justo enfrente, donde está el edificio donde está ubicada la Caixa y la Floristería de La Nogalera, había una casa, en ella vivía una tía de mi abuelo Manolo y la hija que se llamaba Ernesta.

La tía de mi abuelo era muy mayor y mi madre iba a ayudar a Ernesta a hacer las tareas de la casa, a plancharle ropa y a ayudarla con el aseo de la madre. De niña me llevaba allí con ella cuando yo tenía vacaciones y yo salía a un mirador de la casa y de allí enfrente veía otro mirador donde estaban Don José y Don Germán leyéndose el misal, posiblemente, preparando las homilías de las misas.
Recuerdo a Don José en el colegio de las monjas. Iba a probarnos la voz para formar un coro para cantar en la iglesia, lástima que yo no fui una de las elegidas.

También recuerdo a Don José en el local de Acción Católica, así lo llamaban, que era el local donde ahora está ubicado el Pino Verde, y que posteriormente fue la cooperativa, que también creó Don José para los agricultores y ganaderos de esta comarca, y que después del fallecimiento de Don José, siguió regentando Esteban Larrauri, él fue el que negoció la venta del local con Juan Manuel Abascal.

En ese local, en el piso superior, cada domingo, nos proyectaba Don José una película a todos los niños de Ampuero.

También cantábamos una canción que era muy bonita, pero en mi mente está un poco imprecisa: “Amigo piénsalo bien, piénsalo que te conviene, si quieres ser feliz en tus manos ya lo tienes, esfuérzate en estudiar todo el catequismo entero, desde la señal de la cruz hasta los cuatro evangelios... “Y seguía bastante más. Habrá quien la recuerde entera.

 Más tarde tomó la iniciativa de formar a la juventud y creó en los bajos de las escuelas actuales (las antiguas), una escuela de formación profesional, la cual preparaba de la rama del metal que llamaban Ajustador, y de la rama de la construcción, que llamaban Delineante Industrial.

Después enfermó. Muchas veces hablaba con mi madre de la medicación que tomaba pues mi madre también había tenido un cuadro coronario.
En las fechas que ingresó enfermo, ese año iba a hacer mi hijo la primera comunión, era 1985. En ese tiempo recuerdo ir a visitarle a Valdecilla algún domingo y como Don Germán tenía mucho trabajo, me decía que le ayudàsemos en la catequesis de los niños, lo cual, no suponía ningún problema, pues Rosa Mari Lagüera y yo le ayudábamos con las fichas de la catequesis. Eran bastantes niños los que hicieron la primera comunión.

 Y llegó la fecha del trasplante, se publicó en el periodíco El Diario Montañés. El corazón de un joven de Torrelavega será transplantado a un sacerdote. Lástima que los transplantes coronarios, que hoy son tan comunes, en aquella época se hablaba como algo muy pionero. El corazón falló. Recuerdo ese día con mucha tristeza. Faltó un gran sacerdote y una gran persona.

                                                                                                           Carmen López
 
 

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