En el año 2001, siendo alcalde Miguel Ángel Garzón, comenzó
a celebrarse anualmente el Concurso de Fotografía “Villa de Ampuero” dotado con
premios bien suculentos, como 360 euros para el primer premio, 240 para el
segundo, el tercero 120, el cuarto y el quinto se llevaban 60; y además se
otorgaba un premio especial a la instantánea dedicada a los encierros con 150
euros.
El tema que se debía plasmar era la vida, los monumentos,
lugares, costumbres y tradiciones del municipio. Con las fotografías se organizaba
una exposición en la Casa de Cultura y también se convocaba un acto para dar
los premios. Era entretenido visitar la muestra fotográfica y tuviera mayor o
menor éxito hoy se echa un poco de menos aquello, al igual que las exposiciones
de pintura, de artesanía o de los mismos carteles de los encierros.
Por motivos de la crisis y que ahora ni siquiera se cuenta
con un salón para exposiciones estable han desaparecido los dos concursos, el
de fotos y el de carteles. Hasta cierto punto es comprensible pero el concurso fotográfico
tenía varias utilidades. Por un lado servía de coartada para celebrar dos actos
culturales, al tiempo que era útil para revalorizar el patrimonio del pueblo.
Y conseguía reunir una colección de fotografías de Ampuero
variada y de calidad. De este modo año a año se iba consiguiendo formar un
pequeño archivo de imágenes y disponer de él venía muy bien al Ayuntamiento para cubrir algunas
necesidades que surgían de improviso. Nos referimos a personas que acudían para
pedir fotos del pueblo para incluirlas en algún folleto turístico de la
comarca, en postales, ferias de muestra, en reportajes, en libros, revistas de
fiestas etc.
En las bases del concurso se especificaba que las
fotografías que se presentaban quedaban en posesión del Ayuntamiento y éste o
cualquier particular podía usarlas con fines de promocionar el pueblo siempre
que se hiciera mención al autor, como no podía ser de otro modo.
Este concurso fotográfico duró 10 años, desapareció “con los
recortes” en un momento en el que ya no gozaba de mucha participación ni
interés por parte de los ampuerenses y menos de los forasteros y algo parecido
estaba pasando con el de los carteles del encierro.
Si se debía haber luchado un poco más por salvarlos, bajando
la cuantía de los premios, introduciendo variaciones, queda al criterio de cada
uno.
Otro cantar y más desafinado es averiguar ¿qué fue de todas las fotos que se
acumularon en soporte de cartulina? varios cientos de todas las ediciones. Y con éstas se encontraban muchas
otras que varios vecinos aficionados a la fotografía regalaron varios años
después de fiestas, y otras antiguas en blanco y negro que durante un periodo
se recopilaron y se expusieron en el panel exterior de cristal de la casa de
cultura, y otras… algunas hasta sacadas desde una avioneta.
Hoy no queda ni rastro en el ayuntamiento de todas estas
fotografías o al menos no las encuentran, quienes ahora forman equipo de
gobierno, confiemos en que haya sido por motivo de trasladar los enseres que
contenía el edificio consistorial a la casa de cultura y que aparezcan pronto
en una caja o en un estante determinado.
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