Los peores pronósticos se cumplieron. Hubo sol abundante durante toda la jornada pero a la hora de tirarse el Chupinazo comenzó a llover. El Chupinazo es un festejo que va perdiendo fuelle cada año pero si llueve pues aún peor, lógicamente. Todo resultó bastante desangelado e incluso cantaron el Himno de Ampuero después del disparo del cohete, rogando a las Peñas que pararan la música.
En fin, el próximo año resultará más vistoso. Mucho más de lamentar fue que la lluvia provocara la suspensión de la Procesión de las Antorchas, por primera vez en la historia "que se recuerde".
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