jueves, 24 de octubre de 2013

Feliz Enlace


FELIZ ENLACE
 
 
Lo primero que se publicó

“Nos aseguran que en breve se verificará el enlace de una simpática señorita de esta villa, con un culto profesor de Instrucción primaria, de un pueblo inmediato, correspondiente a este Ayuntamiento.
Les anticipamos nuestra enhorabuena”.

La respuesta
“Con la natural sorpresa y con el disgusto propio de quien se ve inculpado de faltas no cometidas, publicamos a continuación la carta recibida de nuestro, hasta hoy, querido amigo y distinguido colaborador D. Anacleto Mateo Cabeza, tratando luego de rectificar, como nos pide, imaginarias faltas de respeto y consideración hacia quien siempre nos ha merecido, toda la consideración y todo el respeto de que es digno. Dice así la antedicha carta:

Sr Director de Luz Cántabra.  Ampuero

Muy señor mío y de mi mayor consideración: En el último número de su ilustrada revista, he visto con gran sorpresa y desagrado una noticia, que por aludirse a mí y estar desprovista de todo fundamento de verdad, faltándose en ella al respeto y consideración que se debe guardar a toda persona, y mucho más a quien por razón de su cargo y educación procede siempre con seriedad en todos sus actos, me apresuro a desmentir por hoy la susodicha noticia reveladora de una falta de discreción en sus autores, o una guasa de mal tono, por mí no permitida, desautorizándole a V. y a sus mal informados reporters a publicar noticias de tal índole, que a mí se refieren, sin que previamente yo les autorice para ello.
En espera de que V. se apresure a la rectificación de tal noticia, y de cabida a las presentes líneas en el periódico de su digna dirección, dándome al propio tiempo de baja como suscriptor del mismo, se ofrece de V. atento y S. S. q. b.s. m.

Anacleto Mateo Cabeza.  Udalla 26 de julio 1911

Para que el lector imparcial juzgue de la razón que pueda asistir a don Anacleto Mateo Cabeza para mostrarse de tal modo ofendido que, tras de increparnos duramente nos pide le demos de baja como suscriptor de nuestro modesto semanario, recordaremos la alusión que a dicho señor hacíamos en nuestro pasado número.
Decíamos que en el inmediato pueblo de Udalla se habían verificado los exámenes en las escuelas regidas por la distinguida profesora Dª Luisa Castanedo y por nuestro querido amigo y colaborador D. Anacleto Mateo Cabeza.
Creemos que en esto no puede haber ofensa teniendo en cuenta que el pueblo de Udalla, es inmediato, que las escuelas son regidas por dichos señores, que si D. Anacleto Mateo Cabeza rechaza hoy,- por motivos que nos son incomprensibles,- nuestra amistad, hasta ahora nos hemos honrado con la suya, y que ha sido nuestro colaborador, pues algo hemos publicado bajo su firma, con la que autoriza el original que nos remitió, acompañado de atenta carta que conservamos.

Estos extremos son todos verdaderos y nos parece que no dan lugar a ofensas.
Decíamos  también que los ejercicios fueron brillantísimos y que terminaron con un precioso canto a la enseñanza entonado con gusto y afinación. Si a él le pareció otra cosa, le pedimos disculpa por nuestra falta de oído y nuestro desconocimiento del arte musical.
Felicitábamos, por último, a los distinguidos maestros y les deseábamos triunfos constantes en el camino de la cultura, que es el que mejor puede hacer la felicidad de los pueblos.

¿Hay en esto motivo para molestarse? Se los deseamos muy de veras, en serio, no en guasa, y nos afirmamos en que la cultura contribuye más que nada a la felicidad de los pueblos.

¿En qué ha visto, pues, D. Anacleto Mateo Cabeza motivo para dirigirnos la carta que antes publicamos?

En cuanto a su baja, como suscritor tomamos nota de ella quedando así complacido. Por lo demás, como los repórters faltos de discreción a quienes desautoriza nuestro ilustre comunicante, fuimos nosotros mismos, y estamos ciertos de la veracidad de la información, que podrán también acreditar las distinguidas pesonalidades cuyos nombres publicamos, nos parece poco seria la desautorización del Sr. Mateo Cabeza y aún creemos que podemos prescindir de su autorización para tratar asuntos de dominio público.
Ahí queda nuestra rectificación; si no satisface al reclamante, le  rogamos muy encarecidamente concrete el motivo de su enfado para que con toda lealtad le demos cuantas satisfacciones nos exija y nosotros podamos dignamente darle.

La Redacción
Nueva carta

En contestación a nuestro artículo del número pasado que encabeza el mismo epígrafe que encima de estas líneas, hemos recibido la siguiente carta que en verdad nos ha sorprendido.

 Sr. Director de Luz Cántabra.  Ampuero

Muy señor mío y de toda mi consideración: Si sorprendido me vi al leer en su ilustrado semanario la noticia que dio origen a mi carta del 26 del corriente, no fue menor mi sorpresa al ver que Vds han interpretado torticeramente mi carta, suponiendo que en ella aludía a la reseña que ustedes publicaron de los exámenes de las escuelas públicas de esta localidad. No, señor Director; lea V, detenidamente  mi carta, y se convencerá de que no me refería a la reseña ya mencionada, de la que solo agradecimiento puede tener para con V. inserto en la 3ª página del mismo número de su semanario en que se publicó la reseña de los exámenes, cuya noticia que usted pretende ignorar, decía literalmente lo que sigue:

“Nos aseguran que en breve se verificará el enlace de una simpática señorita de la villa con un culto profesor de Instrucción primaria de un pueblo inmediato, correspondiente a este Ayuntamiento. Les anticipamos nuestra enhorabuena”.
No creo que yo vaya extraviado al darme por aludido, pues las señas no pueden ser más claras, y créame el Sr. Director que no me hubiera dado por ofendido si para dar la noticia hubieran obtenido consentimiento de las partes interesadas; tratándose como se trata de un asunto de dominio privado y no siendo cierto que dicho enlace esté ya concertado.

Eso, Sr. Director, en buen castellano, es obrar con cierta ligereza y meterse donde no le llaman.
El lector imparcial podrá ver la razón que me asiste para desautorizar a V. y a sus reporters sobre este asunto concreto, y espero que  en esa redacción sabrán leer lo que con claridad meridiana queda expuesto para que no se extravíen en la interpretación, yendo a parar a los cerros de Úbeda.
Doy por concluido este enojoso asunto, en el que, como parte interesada, aunque contra toda mi voluntad, me he visto obligado a intervenir, y se reitera de V. affmo y s.s.q.s.m.

Anacleto Mateo Cabeza. Udalla 31 de Julio de 1911.

CONTESTACIÓN

Por la cultísima y respetuosa carta que arriba insertamos, creerán nuestros lectores que en este Ayuntamiento no pueden encontrarse en condiciones de contraer matrimonio, otro personaje que no sea don Anacleto Mateo Cabeza.
Pero por esta vez se ha equivocado don Anacleto; no teníamos el gusto de conocerle ni sabíamos que se casaba, pero ya que ese Sr. quiere que el público se entere de sus relaciones amorosas y de sus futuros proyectos de casamiento, le damos gusto sin cobrarle lo que debíamos exigirle.

Que nos lo agradezca don Anacleto y que no se equivoque otra vez, porque en lo sucesivo no haremos caso de los señores que pretendan popularizarse, y darse a conocer tomando como pretexto bodas futuras.
En nuestra noticia nos referíamos a otro profesor de Instrucción pública no menos culto y más conocido que don Anacleto Mateo Cabeza. ¿Entiende V. don Anacleto?

La Dirección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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