lunes, 23 de diciembre de 2013

De Interés Local

DE INTERÉS LOCAL
“Los pequeños detalles integran el conjunto armónico de un pueblo y a ellos debe  encaminarse el interés de todo Ayuntamiento, persiguiendo la simpatía y cariño del pueblo que rige, satisfaciendo sus justas necesidades y proporcionando en esos nimios deseos, el aplauso y atracción del forastero, apoyo para ese Comercio que por ser su propio sostén debe proteger por todos los medios, sacrificando miras particulares, únicas causas que levantan la discordia y el descontento.
Claro está, que por mucho celo que el Ayuntamiento despliegue, cae en errores y no está al alcance de todos los puntos; pero en unos la triste experiencia y en otras las indicaciones del mismo pueblo interesado en su engrandecimiento pueden hacer que sean notados y esperar que sean corregidos.
Tenemos una plaza, mercado y punto de reunión en las fiestas populares, que con loable sacrificio ha sido asfaltado; pero conocemos suficientemente el efecto que el excesivo calor causa en esta substancia, reblandeciéndola y haciendo irregular su plana superficie, hasta el extremo, si no se pone remedio, de llegar a estropearse por completo con sus baches, descascarillados y promontorios; en estas condiciones y recalentado por el sol, se hace insoportable el paseo los días de baile y es una segura ganancia para zapateros y pedícuros.
Esto se evitaría, influyendo en su duración, con una manga de riego que enchufada en la fuente, refrescaría, sin esfuerzo ni gasto alguno, el piso y sanearía el caluroso ambiente. Y hasta como el gasto que supone es reducidísimo comparado con la utilidad que reporta, puede estar provista de una bomba de mano, que a más del servicio indicado y estando como estamos rodeados de aguas abundantes, prestaríanlo en un caso de incendio como el de la mañana del 9, prescindiendo por lo tanto de esa primitiva cadena de cubos, herradas y demás cacharros, que requieren el esfuerzo y voluntad de todo un pueblo y constituyen una chacota al progreso.
Otro pequeño detalle y que ya expusimos en uno de los números anteriores, es el colocar asientos alrededor de la plaza, como aliciente para los mirones y descanso de los amantes del baile. Basta con ordenar a los empleados municipales, que todos los días festivos saquen el número suficiente, de los bancos del Ayuntamiento que en años anteriores prestaban análogo servicio, para que quede satisfecho este pequeño deseo del pueblo”.
Ampuero. Domingo 18 de junio de 1911.
“Luz Cántabra”. Semanario Independiente
 
 

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