domingo, 22 de diciembre de 2013

Manifestación en Ampuero


En el año 1985 un grupo de ampuerenses se manifestó con pancartas por las calles del pueblo. ¿Por qué motivo? Una pregunta propia del “test de ampueranía” de Juanjo. Pero conociendo la personalidad de Ampuero de fácil respuesta. Han pasado ya unos cuantos años y la mayoría de vecinos de Ampuero ni vivió o ni recuerda los hechos.


Cabecera de la manifestación (Milio, Javi, Papu, Guiller, Nacho, Gerardo, Javi)
"Las Peñas de Ampuero, acompañadas por gran número de vecinos, recorrieron las calles de la villa, en señal de protesta, por la situación política generada en el Ayuntamiento, que amenazaba con impedir la celebración de las tradicionales fiestas de septiembre. Los manifestantes portaban pancartas con frases alusivas, como “Política no, fiestas sí” o “Las fiestas somos todos, no unos pocos”. Poco antes de iniciarse la sesión, convocada para las ocho de la tarde, las pancartas fueron colgadas en el balcón principal de la Casa Consistorial.
La gran expectación que despertó la celebración del polémico Pleno motivó que numeroso público abarrotara el salón de sesiones. Además, varios centenares de  personas se concentraron en los alrededores del edificio del Ayuntamiento, con objeto de poder seguir las incidencias del mismo a través de un servicio de megafonía instalado al efecto…El ambiente que se respiraba era tenso, ya que se esperaban enfrentamientos entre el alcalde y los concejales de la oposición socialista. En previsión de posibles incidentes, varios números de la Guardia Civil se encontraban apostados frente a la puerta de entrada del Ayuntamiento".
¿Peligraban realmente las fiestas o se trató más bien de una representación teatral, que unos y otros escenificaron? 
Pues la verdad es que no disponemos de todos los datos. Pero sigamos leyendo lo que publicó "El Diario Montañés" entonces.

"La sesión dio comienzo con algunos incidentes, protagonizados por los cinco concejales del PSOE, quienes interrumpieron repetidas veces al alcalde, Manuel Martínez Ganzo. Los socialistas exigieron que fuera modificado el orden del día, con objeto de tratar exclusivamente del problema de la celebración de las fiestas, lo cual no fue aceptado por el alcalde. No obstante, fue aceptada finalmente una propuesta presentada por el socialista Fernández Escalante, mediante la cual quedó suspendido momentáneamente el Pleno, y tras una breve pausa de cinco minutos, se convocó un nuevo Pleno extraordinario, con carácter de urgencia, con el único punto en la orden del día; las fiestas de Ampuero.


De esta forma comenzaron una serie de debates, en los que se prodigaron las críticas y censuras mutuas ante la creciente impaciencia del numeroso público congregado. Finalmente se pudo alcanzar un acuerdo, por el cual se aprobó un presupuesto de 14 millones de pesetas, cantidad idéntica a la del pasado año, para cubrir los gastos del montaje de las fiestas. Además se facultó al alcalde para que pudiera ampliarlo razonablemente, en caso necesario. Este acuerdo fue aprobado por la Corporación, con el único voto en contra del concejal del Grupo Popular Antonio Murcia. El alcalde manifestó que le sorprendió el cambio radical del actitud del grupo socialista, “cosa que agradezco”. “Mi voto negativo” manifestó Murcia, “ha sido como consecuencia de que considero que lo que se ha organizado aquí ha sido un circo.  Después de haberse presentado por dos veces consecutivas los presupuestos y ser rechazados por los socialistas hoy aquí se han aprobado y concedido atribuciones amplias al alcalde en cuanto han tenido al pueblo presente. Verdaderamente, lo que ha pasado aquí es una auténtica verbena, un circo”.
Ganzo manifestó que las consecuencias de la postura de los concejales de la oposición podían haber sido muy serias, “ya que está claro que si el alcalde y a la Comisión de Gobierno no le hubieran dado esas competencias, que, gracias a la abstención de Carrera, se han podido aprobar, el Ayuntamiento hubiera sido ingobernable y no habría tenido más remedio que presentar mi dimisión”. Refiriéndose al resultado del Pleno, el alcalde afirmó que “pienso que se debió a que tanto el PSOE como el concejal disidente Carrera Azcue meditaron un poco la situación que estaban originando con su postura de no aprobar prácticamente nada. Lo verdaderamente lamentable –añadió- es que no se haya aprobado el Plan de Obras y Servicios de la Diputación, ya que corremos el riesgo de perder esas subvenciones”.


                     La sala de plenos echaba humo 

Respecto al desarrollo de la sesión, Martínez Ganzo manifestó que “como la situación era un poco delicada, pienso que posiblemente los nervios –no en mi, porque creo que estaba bastante sereno- les haya jugado una mala pasada y por eso se hayan producido esas situaciones de tensión y críticas poco claras”.
La actitud que ha mantenido el Grupo Socialista durante los últimos meses respecto a la problemática de las fiestas ha estado basada, en opinión del alcalde, en la particular actitud del concejal disidente Carrera Azcue, que al apoyar con su voto a los concejales del PSOE, estaba provocando una situación de conflicto, que ha sido aprovechada por el grupo de la oposición.
Respecto a la actitud del concejal disidente, el alcalde declaró que “me imagino que tendrá sus motivos, pero yo los desconozco. Ya es mayor de edad y él sabrá por qué ha adoptado esa postura rígida de no aceptar ciertos temas”.
Los Socialistas a favor de las Fiestas.
Por su parte, el concejal socialista, Ignacio Abajo, manifestó que “considero que se ha producido una mala interpretación, por parte del pueblo en general, de lo que había sucedido en el Pleno, ya que el propio alcalde ha intentado confundir lo que eran fiestas con lo que realmente él pretendía, que era poder conseguir poderes ejecutivos para su Comisión de Gobierno. Al verse con la soga al cuello -explicó-, lógicamente se ha escudado con las fiestas y a movilizado al pueblo, ignorante éste de lo que realmente pasaba. Con ello ha pretendido ponernos entre la espada y la pared para conseguir sus fine políticos. Por lo tanto, había que forzarle a que el primer punto, con el pueblo allí presente, fueran las fiestas, para demostrar al pueblo que nosotros siempre hemos estado a favor de las fiestas, pero no de la forma de desarrollar la marcha municipal del alcalde. Lo que hemos querido demostrar con nuestro voto afirmativo es que teníamos buena voluntad respecto a las fiestas”.

Firma esta información Alfonso Bourgon y Jesús P. Del Río, en "El Diario Montañés".
No contamos con todos los datos, por ejemplo no se recoge la opinión del concejal popular, Pedro Carrera, ni los motivos de sus discrepancias. A buen seguro que caben variadas  interpretaciones de lo que ocurrió realmente en el verano de 1985.












 


 

 

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