“Ampuero Moderno, que siempre
está dispuesto a favorecer y defender los intereses locales, se permite hoy
recordar otro asunto de grandísima importancia, y de más necesidad; de la
construcción de una casa Asilo Hospital en donde se pudieran acoger algunos de
los muchos desgraciados hijos de esta villa.
Ya en varias ocasiones se ha
tratado de este asunto, y por el muy culto y celoso médico de esta villa don
Ramón Rivas Larrauri, se había hecho un proyecto sumamente hermoso que con poco
capital, se podía construir una casa Asilo-Hospital para las grandes
necesidades. Este humilde quincenario excita con viva fuerza a todo el
vecindario a que acoja y mantenga con firmeza esta idea para llevarla a efecto
con rapidez, pues todas las clases sin matiz de ninguna índole, pueden cooperar
según sus fuerzas le permitan.
Esperamos pues que todas las
personas pudientes empezarán a hacer gestiones sobre este asunto; con objeto de
no ver abandonados por esas calles de Dios a ciertos seres, que causan
verdadera pena y compasión dándoles albergue, abrigo y un pedazo de pan”.
“Ampuero Moderno”. Miércoles 15 de Mayo de 1912
Triste
es leer este artículo de hace más de cien años. Y comprobar que no se llevó a cabo el proyecto.
Que la existencia de una pequeña residencia para ancianos nunca se concretó en
Ampuero. Ni con los políticos de entonces, ni luego con Primo de Rivera, ni con la República, ni con el franquismo, ni
con la democracia.
Y
cuanta necesidad hubo de ella y la hay hoy en día.
En
ocasiones hay personas mayores que podrían pasar sus últimos años al amparo de
un centro de acogida, situado donde han vivido toda su vida. Que podrían
recibir visitas de amistades, pasear por las calles del pueblo durante unas
horas al día, no perder los lazos afectivos con su pasado, sus recuerdos, su
paisaje…
Pero
en fin, creo que plantear todo esto no está de moda hoy en día.
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