En el
devenir de la historia ampuerense hay acontecimientos singulares
que alcanzaron en su día gran trascendencia, indudablemente dentro de la esfera local.
“La Fuente
de la Rana” trata de vez en cuando de recuperar esas “fechas históricas” y
explicarlas del modo más objetivo. Hoy toca la del 11 de septiembre de 1989, cuando tuvo lugar la moción de censura que apartó de su cargo de alcalde a Miguel Ángel Garzón y colocó como nuevo regidor a Carlos Ruíz Ocejo.
Han pasado 25 años de aquel suceso, algunos lo recordarán con “pelos y señales”, incluso con más datos y certezas de las que aquí puedan detallarse, otros lo recordarán de una forma bastante imprecisa y para algunos será novedad, porque igual no vivían aquí o no habían ni nacido.
El 11 de
septiembre de 1989 se reunió la Corporación municipal de la villa ampuerense, a
las 8 de la tarde, con carácter extraordinario para debatir en sesión plenaria
la moción de censura presentada por los concejales del PP e Independientes
contra el alcalde socialista, Miguel Ángel Garzón.
Siempre es
importante para tratar estos temas haber conservado viejos recortes de prensa y oportuno evitar las descalificaciones personales que en ellos figuran. Hay que
reconocer que en aquel tiempo la política municipal se vivía en Ampuero con
mucha tirantez y agresividad, entre la derecha y la izquierda. Afortunadamente
han cambiado los tiempos.
La derecha
había gobernado un periodo amplio, pero los socialistas en cada comparecencia electoral limaban las
distancias. Y cuando la derecha se dividió por “luchas intestinas” tuvo opción
la oposición de alcanzar la alcaldía,
pero tan sólo durante dos años.
La razón
principal que esgrimieron los 4 concejales populares y los dos independientes
para presentar la moción de censura fue que acusaban a Garzón de un nulo
entendimiento con la Diputación Regional y en consecuencia de la pérdida de
inversiones y mejoras para el pueblo, se señalaba que esa falta de contacto con
Santander (con el presidente del gobierno de Cantabria, Juan Hormaechea, en particular) o venía de antipatías
personales o de una política dirigida por su propio grupo político. Lógicamente el alcalde lo que exponía era que
su nombre siempre aparecía con un círculo rojo en el Gobierno regional y que
nunca se atendían sus peticiones por razón de su color político.
La
convocatoria de este pleno durante las fiestas patronales añadió más
expectación al debate en la calle, algo que sin duda fue buscado por los
socialistas porque era como si encontraran más respaldo y resonancia popular en
perjuicio de quienes apoyaban la moción, que mantuvieron un posición
silenciosa.
Ocejo
claramente aseguró que la elección de la fecha no fue oportuna y recordaba que
en las pasadas elecciones el centro derecha había obtenido la mayoría pero
ambas agrupaciones no llegaron a un entendimiento, si ahora se unían razones no
les sobraban y estaban en su derecho. Carlos Ruiz Ocejo asegura también vivir
con esperanza estos momentos porque se avecinan mejoras en el abastecimiento
del agua, saneamiento, pavimentación, arreglo de carreteras, dragado del Asón,
centro de salud, polideportivo, alumbrado público, etc.Miguel Ángel Garzón, hombre que accedió a la política en las últimas elecciones de 1987 y que se vio elegido de la noche a la mañana alcalde, aseguró haber tocado en todas las puertas habidas y por haber pero a la hora final de recibir el dinero, éste nunca aparecía. En el fondo alguien tendrá que avergonzarse de haber jugado con los fondos del dinero público, señaló. Y a pesar de todo ello, manifestó que abandonaba el cargo consiguiendo reducir en una cuarta parte la deuda existente y con “deportividad” deseó buena suerte al nuevo equipo de gobierno.
Al filo de las ocho y media de la tarde, Carlos Ruiz Ocejo se convertía en el nuevo alcalde de Ampuero al prosperar la moción de censura. La sesión plenaria contó con la presencia de numeroso público, que no sólo abarrotó el salón de sesiones, sino que también ocupó escaleras, pasillos y aledaños del Ayuntamiento.
Dijo la
prensa que si el anterior alcalde fue despedido en olor de multitud, el nuevo,
tuvo que soportar el abucheo de cientos de personas que aguardaron su salida,
que se produjo sin mayores problemas ante la mirada de algunos números de la
Guardia Civil. De todas formas, señalaba “El Diario Montañés”: “Para cubrir
posibles eventualidades, en los bajos del Ayuntamiento se encontraba una unidad
de reserva de antidisturbios de la Benemérita de Santander”.
La sesión
plenaria duró algo más de media hora y eso que hubo interrupciones por irrumpir
“guligans” con pancartas. Por parte de los socialistas intervinieron Alfonso
Setién y Manín Abajo, el primero señaló que todo era debido a las luchas por el
poder entre distintas personas de la derecha local (en clara alusión al
enfrentamiento existente entre Francisco Céspedes y Manuel Martínez Ganzo) y el
segundo veía en la moción “indicios de soborno”.Por parte del PP, quien también fuera alcalde en su día, Vicente Setién Zorrilla entró en discusión con Garzón sobre la titularidad de algunos proyectos de obras. Y este punto poseía su importancia porque en la calle en esos días también se habían visto circular panfletos indicando quienes habían conseguido ciertas obras y quienes las habían sumado a su carro.
Ganzo desde el grupo independiente manifestó su protesta por la forma elegida para desarrollar el Pleno.
Mencionaba “El Diario Montañés” que tras su finalización Garzón se asomó a la balconada consistorial y fue aclamado por unas mil personas.
Estimo que
ese dato es muy exagerado, pero en fin,
así está escrito.
Diversas
situaciones de tensión se vivieron en el transcurso del pleno. Una avalancha de
público llenó los salones a empujones, señalaba “Alerta”.Garzón derramó un vaso de agua involuntariamente y dirigiéndose al candidato le comentó: “te voy a dejar mojado el sitio”, lo cual sirvió para que el público esbozara una pequeña sonrisa; pero ligera porque “el horno no estaba para bollos”.
Garzón recibió calurosos aplausos cuando señaló que antes era fácil gobernar a base de créditos de los bancos y endeudar al Ayuntamiento. La intervención de Ignacio Abajo sobre sobornos y la dignidad de los cargos públicos originó aplausos en un sector del público e insultos dirigidos a los firmantes de la moción.
Tras producirse la votación y la automática proclamación del nuevo alcalde de Ampuero, arreciaron los gritos. El alcalde destituido salió como ya hemos dicho al balcón con un ramo de claveles, a saludar a los congregados y exclamando el vaticinio de: “Volveremos dentro de dos años”.
Por su parte el nuevo alcalde permaneció en el interior del Ayuntamiento media hora, junto a tres concejales de su partido y el independiente Ignacio Gómez Sierra, para evitar la confrontación con los radicales congregados afuera.
Al filo de las 9 y 20 de la noche salieron del Ayuntamiento y el nuevo alcalde iba acompañado del diputado del Partido Popular Dionisio García Cortázar, que en todo momento apoyó la moción de censura.
El cambio de regidor trajo consigo grandes inversiones en obras pero Miguel Ángel ganó en las siguientes elecciones y de nuevo ocupó la alcaldía y con mayoría absoluta.
Sucedió hace 25 años.
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