EL Palacio de la Bárcena, por Garper

RAÍCES Y RECUERDOS DE AMPUER

(El Rincón de Garper)

 El Palacio de La Bárcena, el Palacio de “Los Espina”

 Las huellas de la historia nos han dejado en Ampuero, en el barrio de La Bárcena, la casa-torre de la estirpe de “Los Espina”. Su construcción debió ser en el siglo XVI, ya que por entonces vivía en aquel solar conocida estirpe de la tierra, dedicada a negocios navieros junto al cargo oficial, seguramente relacionado con sus citadas actividades de veedores de S.M. en las Villas de la costa. Era la familia Espina, y ya en el siglo XVI Espina Velasco. Juan de Espina, vecino de la Villa de Ampuero en 1545, era dueño de la nao “Nuestra Señora de la Concepción”. Don Diego de Espina fue controlador, que en la casa de Borgoña valía por veedor o intendente de Felipe II, e hijo suyo fue Juan de Espina, “célebre y enigmático personaje”. Se conserva de él una semblanza debida a don Francisco de Quevedo, con quien tuvo gran amistad. Parece escrita para desvanecer la fama de misterio que antes de su muerte ya amenazaba el crédito de este personaje.

   En su casa llegó a formar un museo de obras de arte y de objetos de los más dispares: animales exóticos disecados, instrumentos musicales, cuadros de famosos artistas, joyas, artificios mecánicos, armas, cristales, figuras de marfil y una gran biblioteca.

 

 

   Don Alonso del Castillo había de distinguirle un romance “deseando ver su casa”. El pintor Vicencio Carduccio evidenció la riqueza de las obras de arte que Juan de Espina poseía: “Tenía cosas singularísimas y dignas de ser vistas de cualquier persona docta y curiosa. Allí vi dos libros dibujados y manuscritos de mano del gran Leonardo da Vinci, de particular curiosidad y doctrina”.

   El antropólogo Don Modesto Sanemeterio Cobo, que estuvo de cura en Ampuero, en los años cincuenta del siglo pasado, logró dar con la partida de bautismo, y en ella consta que nació en Ampuero el 1 de agosto de 1563.

   Del linaje de los Espina fue Juan de Espina y Careaga que en el año 1600 marchó al Perú de receptor de la Inquisición en Lima. Su hijo Juan de Espina y Lezcano fue en Perú secretario del Virrey. Diego, otro de sus hijos, contó con capilla propia en la iglesia parroquial. Son muchas las personas influyentes que descienden del tronco de los Espina. No hemos de olvidar al Coronel Espina del que tanto se ha escrito y se ha hablado a raíz de la muerte de su esposa Rosario Narganes. Aquel asesinato que conmovió a Ampuero nos llega avalado por la historia y también de boca en boca convertido en siniestra leyenda. Puede que en esta casa durmiera el Emperador Carlos V en su viaje hacia Yuste. El P. Luis Coloma nos lo cuenta así en el libro Jeromín: “Salió el Emperador de Laredo el día 6 de octubre de 1556, después de comer y en una jornada llegó a Ampuero, donde hizo el primer descanso”…