EL ESPLENDOR DE LAS MARZAS DE AMPUERO, HACE MEDIO SIGLO
Grupo de marzantes en la Plazoleta
Ampuero hizo resurgir con fuerza esta preciosa tradición, en la década de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado. Se organizaba el Certamen Coral, Día de los matrimonios, rallye automovilístico…Y el foco principal estuvo en el barrio de La Bárcena, bajo la coordinación y dirección del sacerdote don Germán. Los mayores fueron recomponiendo la letra y tonadilla de tan ancestral romance. Recordamos a Cholo Osaba, Gorio Núñez, Rique Iturralde…refrescando sus memorias, al amparo de algún que otro trago de vino rioja, en la taberna del inolvidable Mariano Romaña.
Los que podamos viajar al recuerdo, viviremos, especialmente la edición de 1969, con Pedro Castillo,”el poeta”, saludando con un precioso texto, con sabor montañés, y a continuación, la ya histórica actuación de “Los de La Bárcena” con la letra de tan entrañable y tradicional romance. Y el cronista, se emociona al transcribir la letra mencionada de una cuartilla amarillenta, recogida y escrita, con una máquina Olivetti de la época, por Mª Ángeles Lombera Cuadra. Gracias amiga de infancia, para ti van estas estrofas con un cariñoso recuerdo:
A esta puerta honrada/ señores llegamos,/ si
nos dan licencia/ las marzas cantamos,/ que no es cortesía/ cantar sin
licencia/ en casa de aquellos/ que tengan prudencia,/ si las cantaremos/ o las
rezaremos/ más por su licencia/ cantarlas queremos…
¿Las cantamos o las rezamos?
Florecido marzo/ que mañana llegas/ seas
bienvenido/ llegue en hora buena;/ porque en ti florecen/ dos mil cosas
buenas,/ florecen los campos/ los riscos y breñas,/ florecen claveles,/ rosas y
azucenas,/ y los pajaritos/ en sus arboledas/ cantan y relinchan/ por la
primavera./ En aquel palacio/ hay doce doncellas/ las seis eran monjas/ prioras
y abadesas,/ y las otras seis/ mas por ser tan bellas/ caballeros nobles/
casaron con ellas,/ veinticinco hermanos/ nacieron entre ellas,/ mozos
valerosos/ dados a la guerra,/ y la casa santa/ volverá a ser nuestra/ con
puntas que lleguen/ hasta las estrellas/ y un bordón hermoso/ con que nos
defienda,/ y unos que irán/ y otros volverán…/ benditos los ojos/ los que los
verán,/ los que los veremos/ que reyes seremos,/ de reyes a condes/ para ricos
hombres,/ de condes a reyes/ para más valores./ Por aquel ventano/ relumbra un
candil/ qué ricos chorizos/ nos van apurrir./ Si nos dan un huevo/ no nos lo
den huero,/ si nos dan torreznos/ no corten los dedos,/ si nos dan chorizos/ no
nos los den chicos,/ si nos dan un trago/ también lo tomamos,/ porque la
garganta/ se nos va secando./ Dennoslo
señores// si nos lo han de dar,/ somos caminantes/ tenemos que andar./
Viva muchos años/ la ama de esta casa/ que pa dar las marzas/ nunca ha sido
escasa./ Viva muchos años/ el amo también/ todo el mundo dice/ que es hombre de
bien.
Jesús García Pérez (Garper)
Siempre me ha llamado la atención esta fotografía antigua en la que se ve a unos niños de Ampuero cantando las marzas, con esos gorros como capirotes. La foto pertenece a la colección recopilada por Merche y Tonchu.
Hola Santi.
ResponderEliminarSiendo esta una entrada antigua de tu blog, coincide mi comentario con las marzas del 2016.
Cuando hablas de que te llaman la atención de los capirotes de los niños, te comento que el capirote es un elemento tradicional de los marceros del Asón y Soba. Puedes buscar información sobre ello en internet. Los marceros sobanos los usan y pienso que la relación es clara. En Ampuero se intentó en los 60-70 preservar la tradición de los marceros con capirotes que es tradicional del Asón.
Un saludo