martes, 16 de junio de 2015

Fútbol


El resultado del partido Erandio Club-Ampuero F. C. no causó mucha sorpresa en nuestra villa, al conocerse el domingo por la noche, la derrota sufrida por el once local, campeón amateur de Cantabria, frente al de Vizcaya.

El resultado del encuentro de eliminatoria jugado el domingo en Ategorri, en el propio campo – así lo quiso la suerte o la Federación Nacional, que eso no se sabe de cierto – de los campeones de Vizcaya, no causó aquí mucha sorpresa, porque la realidad nos había hecho esperarla desde el punto y hora en que se supo cuál era el enemigo “asignado” a nuestro equipo y en las condiciones “favorabilísimas” en que los nuestros tenían que ventilar el encuentro con un once desproporcionadamente superior al nuestro, con un equipo como el Erandio, que pertenece a la serie A que ha batido varias veces al Athétic, de Bilbao, y que está integrado por jugadores y profesionales bien pagados.

Se esperaba que el Ampuero sucumbiera, desde luego, ante la superioridad de su contrario, y el resultado del encuentro, 5-1, confirmó los pesimistas vaticinios que de antemano se habían hecho acerca del encuentro. Pero no es cosa de pasar por alto los comentarios que, al margen del encuentro de Ategorri, nos sugiere ese partido, por la forma deportivamente descabellada en que la Nacional ha organizado el campeonato amateur de España en el año actual.

Cuando se organiza una competición amateur, ésta debe ser, así lo entendería cualquiera, un torneo en que sólo participen clubs absolutamente amateurs. Y, por lo que se ve en el campeonato que comentamos fuera de los pocos clubs verdaderamente amateurs que, como el nuestro, se lanzaron incautamente a esta competición oficial creyendo que en ella únicamente entrarían clubs de igual condición, los que toman parte en él son verdaderos clubs profesionales, algunos de ellos como el de Erandio acostumbrados a las luchas de serie A, y con jugadores consagrados como lo demuestra este dato: cinco de los jugadores alineados el domingo contra el campeón de Cantabria están ya adquiridos por clubs de la primera divisón del campeonato de Liga, dos por el Donostia y tres por el Arenas, para jugar en ellos en la próxima temporada. Por lo demás la afición de Ampuero se siente muy satisfecha de la labor desarrollada por nuestro equipo y el domingo en Erandio e igualmente debe de estarlo la afición de la región en general. Ya se necesitarían entusiasmo y montañenismo para aguantar el encuentro frente a un once muchas veces superior y evitar que el resultado adquiriese,  al final de la lucha, proporciones de catástrofe.
Mayo 1933. El Cantábrico. José Bálsamo.
 Por cierto, si alguien conoce alguna información sobre este corresponsal de Ampuero que firmaba como José Bálsamo en los años 20 y 30, me gustaría que me lo contara porque a parte de sentir admiración por su trabajo, he encontrado muchas  noticias suyas y es como si uno creara lazos afectivos en esa especie de "túnel del tiempo", que es la historia de nuestro pueblo y las distintas generaciones que lo habitaron. 
 
 
                         EL RAYO Y EL AMPUERO EMPATAN
El domingo se jugó en nuestros campos un buen partido, enfrentándose los equipos Rayo Sport, de Santander, y el titular, Ampuero F.C.
El público, instantes antes de comenzar la lucha, premió con una merecida ovación a la señorita Julia Sanz, presidenta del club santanderino, al aparecer ésta en el campo para hacer entrega al capitán local de un banderín de seda, bordado y un hermoso ramo de flores.
Lo más destacable de la lucha en los quince primeros minutos correspondió a la defensa del bando local, la que actuó de manera inmejorable.
Los primeros en marcar fueron los de casa. Foronda fue el encargado de lograr el tanto, rematando un buen centro del extremo derecha, García. Los forasteros en un avance rapidísimo llegaron hasta los dominios de Ayala y lograron el empate, antes de que tuviéramos tiempo de anotar la jugada anterior.
La lucha, con esto, se hizo más movida e interesante. Cinco minutos de juego excelente por ambas partes, y los forasteros volvieron a marcar, logrando el segundo tanto. Pero los de casa no se amilanaron. En una jugada estupenda, avanzaron, y un bonito centro del extremo derecha es rematado por un delantero, Sarabia, logrando el empate a dos tantos. Los locales volvieron a marcar, a los cinco minutos de haber comenzado el segundo tiempo, por efecto de un chut por el portero, por resbalar y caer, no pudo detener. Pero los forasteros, muy animosos y decididos, volvieron a empatar, tras una jugada preciosa, a tres tantos. Los de casa estuvieron a punto lograr el cuarto gol, por un córner, del extremo derecha. Pero la misma jugada se sucedió a continuación, logrando el tanto del desempate Foronda.
Cuando iba a finalizar el partido, los de Santander lograron el cuarto gol, empatando el encuentro.
Se alinearon: por el Rayo Sport; Hilario, Arauna y Toniuco; Caquero, Chuchi y Chiqui;  Helguera, Cholo, Yayo, Teto y Dou.
Y por el titular, Ayala, Luengo y Jaime; Claramunt, Chirri y Abascal; Rubio, Sarabia, Foronda, Rodríguez (A) y García (J).
                                    El Cantábrico. 22-6-1933. José Bálsamo
 
 
 

 

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