La Cueva Honda está situada en el término de Hoz de Marrón,
al pie de la Sierra de Breñas. Se puede entrar
sin mucha dificultad aunque con el equipo adecuado y la prudencia debida. En su enorme vestíbulo han encontrado utensilios
del hombre paleolítico. Tiene más de cuatro kilómetros de galerías y está
recorrida por tres distintos manantiales, uno de estos regatos, nace más arriba de la Bien Aparecida y entra por su
boca, los otros dos se forman por las filtraciones de la montaña.
Fotos tomadas hoy domingo, 19 de febrero.
Antes se
creyó que los ríos que recorren esta
caverna terminaban en el manantial situado en Marrón, el de Abajo. Hoy
parece más probable otro destino y es el que resurgen en San Miguel de Aras en
Voto y para ello se argumenta que en una ocasión se colorearon las aguas de
rojo y salieron por este lugar.
Lo que si se
puede dar por constatado y fideligno es que en esta cueva habitaron jándalas o
mozas del agua, una especie de anjanas que en las noches de luna llena salían
al exterior a peinar junto al riachuelo sus cabellos rubio platino.
Las jándalas
atraían con sus cánticos nocturnos a los viajeros que atravesaban estos
parajes. Los que lograban entablar conversación con ellas quedaban deslumbrados
por su
belleza y más de uno desapareció en el interior de la cueva sin que jamás
se supiera de su destino.
Se piensa que estas jándalas estaban emparentadas con sus
vecinas las injanas de la Junta de Voto, estas eran seres pícaros y traviesos,
que salían por las noches de verano a cometer pequeñas fechorías, eran de cabellos
rubios y con gran pecho que echaban a sus espaldas. También vivían en las cuevas
y es posible que las jándalas y las injanas tuvieron contacto entre sí, al fin
y al cabo unas y otras vivieron a un lado y otro de las mismas montañas. En
cierta época las injanas de San Miguel de Aras fueron muy perseguidas por el
cura y éstas en represalia una noche le quemaron la casa.
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