Ya llegan los "Jinetes del Apocalipsis"

      Me visitó hoy un señor de avanzada edad y de maneras educadas, que identifico ya por otras ocasiones como “testigo de Jehová”. Me dejó como todos los meses una revistilla para que la leyera cuando tuviese tiempo y me preguntó cómo me iban las cosas.

   -“¡Pues ahí andamos!” - le contesté – “tirando”.
   -“Sí, sí,  las cosas están muy mal”- dijo él llevándose el agua a su molino-. “Hay guerras, hambres, epidemias, terremotos…”
   -“Bueno, pero eso siempre ha sucedido, ¿no?...
   - “No, ahora más porque ya se acerca el final”- me dijo susurrando. “Leelo aquí, ya lo comprenderás”.
   El señor se despidió amablemente pero antes de salir no pudo evitar volverse e insistir desde la puerta: - “Ya nos queda poco, ya estamos recibiendo las señales”.
   No presté mucha atención a la publicación ni al mensaje de aquel señor porque los Testigos de Jehová siempre están con lo mismo, pero me quedé pensativo y llené mi cabeza de imágenes apocalípticas. Candiano entraba en erupción como el Vesubio y arrojaba sobre Ampuero una lluvia de piedras, el Asón y el Vallino eran lenguas de lava ardiente y alimañas aladas descendían del cielo para rematar a los vecinos supervivientes picoteándolos.
   Si aquel hombre tuviera razón, y ahora empiezo a pensar que parecía muy convencido, vivimos los últimos días, ya no hay vuelta a atrás y pronto se desvelarán las “7 Trompetas del Apocalipsis”, así que hay que prepararse para tal acontecimiento nunca visto por el ojo humano. Lo primero que hice  cuando llegué a casa fue recargar la batería de mi cámara de fotos, por si las moscas, como imagino que también se le ocurrirá hacer a Sonia HV cuando se entere, porque también en Limpias caerá la del pulpo. Y yo encima ahora que tengo cámara que saca fotos panorámicas.