jueves, 11 de mayo de 2017

El Molino de Entrambosrríos

El siguiente texto corresponde a un trabajo realizado hará unos 15 años por alumnos del Instituto de Ampuero. 
INTRODUCCIÓN. “Se ha elegido un tema que tiene mucho que ver con Ampuero y su historia a través  de los siglos, puesto que la gran abundancia de corrientes fluviales de la zona propició siglos atrás la aparición de buen número de molinos y ferrerías para la molienda del maíz castellano, por una parte, y para la elaboración de piezas, como arpeos o estructuras de hierro, con destino a los astilleros de Limpias y Colindres, por otra.
Panorámica del canal de agua con el molino al fondo.
El avanzado estado de deterioro de los molinos de Ampuero ha exigido una labor de búsqueda de un molino que estuviera en condiciones de funcionamiento para comprobar el proceso de molienda del maíz. Sólo se ha comprobado la molienda, puesto que las ferrerías han desaparecido totalmente de la localidad”. “El equipo se ha desplazado hasta” (el Molino de Entrambosrríos), “en el centro de Ampuero, junto al río Vallino… donde su propietario, Marcelino González se mostró muy receptivo a proporcionar explicaciones sobre el funcionamiento del molino”.
“La captación hidráulica del molino consta de una presa en piedra y un calce de unos 300 metros de longitud que va a dar a la zona de espera del agua antes de caer a la rueda del molino desde una altura de unos cinco metros. El canal que lleva el agua hasta la presa tiene aliviaderos del exceso de agua que desemboca en el mismo canal, pero tras el molino”.

SISTEMA DE MOLIENDA
“El equipo se desplazó hasta pie de molino para conversar con Marcelino, único y exacto conocedor del pasado reciente de las instalaciones.
Marcelino recuerda que el sistema de la molienda comenzaba con la llegada de los sacos de grano transportados por animales. Los sacos de maíz se iban depositando en el interior del molino hasta alcanzar una altura que llegaba a las vigas “de la cantidad de maíz que había en aquellos tiempos” (Marcelino debe tener ahora casi los sesenta, pero no lo sabemos con seguridad porque no se lo preguntamos).
Una vez que ya estaba el maíz, cuando más se molía era de noche, recuerda Marcelino, quien añade que una vez que ya estaba el maíz listo se vertía a la torba ( especie de cajón que está en la parte superior de las piedras de moler) y se ponía a andar el molino para moler el grano”.

FUNCIONAMIENTO
“Marcelino nos fue explicando con detalle la forma de funcionar el molino, y también los pequeños trucos de funcionamiento de las instalaciones dado su estado de conservación. Comenzó indicándonos que él ponía unos alambres y unas piedras en la palanca que permite abrir el paso del agua hacia la rueda “porque con el peso del agua se levanta sola y se me queda vacía la presa rápidamente”.
Detalle del aliviadero de agua de la represa del molino.

Bueno, cuando se quiere  moler, se levanta la pala y comienza a caer el agua hacia la rueda, que está bajo el piso donde nos encontramos y que se compone de veintidós pequeñas  palas.
Las molas son las piedras que por fricción van triturando el maíz (las molas tienen una superficie estriada para facilitar la molienda y que el grano vaya cayendo solo según se muele.


Se cuenta con una palanca que permite acercar o alejar las molas, con lo que se consigue un grano más o menos basto, según las necesidades del cliente.
La mola pesa unos 1000 kilos y tiene 1,20 de diámetro. Cuando se echa el maíz, la torba tiene un sistema de golpeo con un palo que hace que el grano vaya cayendo hacia las molas”.

Marcelino González  durante la explicación del proceso de molienda.

 “La caída del agua hacia la rueda, unos 265 litros por segundo, permite que el disco alcance una potencia de 8 caballos”.

UTILIDAD ACTUAL
“En la actualidad, el molino no tiene utilidad, no se muele maíz. Sin embargo, se ha estado moliendo hasta hace unos quince o dieciséis años. Antes se molía un camión de cebada a la semana, que lo bajaban de Espinosa de los Monteros”.
“La única utilidad actual del molino es enseñarlo, dice Marcelino. Hasta hace poco, había en el molino una cocina baja con una chapa metálica y la gente que iba al molino por la noche llevaba bacalao, salchichón, tocino o lo que fuera y hacían el pan y se lo comían en el molino, por que la gente iba como si fuera una fiesta, pasaban la noche jugando al mus, al tute… y al día siguiente marchaban a las 6 de la mañana, a sacar leche a las vacas”.


PETICIONES A LAS INSTITUCIONES
“Marcelino es consciente de lo que tiene. Sabe que ya casi no quedan molinos y que en breve tiempo ya no será posible ver el funcionamiento de ninguno en Cantabria. Pero cuida su molino con mimo, haciendo mejoras aquí y allá.
Pide poco a las instituciones . Hace escaso tiempo, unos investigadores de la Universidad de Cantabria estuvieron cogiendo información sobre éste y otro molinos de la zona.

Torba de madera donde se echa el grano para ser molido.

Marcelino ha estado pendiente siempre de unos y otros y a lo de la Universidad les pidió que se preocuparan en limpiar el cauce del molino porque llega un momento en que no baja agua y se queda seco por causa de la maleza que se acumula y no deja pasar el agua, por lo que cada poco tiempo hay que estar limpiándolo”.

EL PAGO DE LA MOLIENDA
Nos interesamos por una especie de pala colgada de una viga. “Esta es la pala”, dice Marcelino. El molinero se sentaba mientras se molía, ponía al lado de él un saco donde se metía un palo y a medida que iba moliendo con ayuda de la pala lo ibas metiendo al saco.
Otro instrumento, especie de cuchara grande de madera, es el cuartillo y el celemín. Si tú ibas al molino con un saco de 100 kilos y en aquellos años se pagaban 5 ó 6 pesetas por molienda, existía la posibilidad de pagar menos en metálico y más a pesos. Así, si querías pagar dos pesetas, te quitaban varios de cuartillo del saco molido, todo ellos con pesos y medidas oficiales que venían especialmente de Oviedo una vez al año y tenías que estar pagando un tanto por ciento de lo que habías quitado a cada saco.
Marcelino nos muestra el celemín que se usaba para medir la parte de molienda que se quedaba el molinero como pago del trabajo.

El molinero se llevaba de cada saco de 100 kilos, 5 de cuartillo y así no pagabas nada, con 2 y medio de cuartillo pagabas la mitad. Para finalizar, Marcelino nos explicó que existe otro molino en Cereceda que está siendo sometido a una rigurosa y fantástica restauración por sus propietarios.

Ese de Cereceda había sido de fundición, cosa normal para aprovechar el martilleo de la pala. Otro molino, en la entrada de la Bárcena, esta siendo restaurado por el Ayuntamiento de Ampuero, a través del programa de Garantía Social que se hizo el año pasado.

También está el molino de Santiago, el de la Bárcena y el Molinucu, pero este no tiene más que una casa”.

 PARTICIPARON EN LA ELABORACIÓN DEL REPORTAJE LOS SIGUIENTES ALUMNOS DE 4º A DEL IES JOSÉ DEL CAMPO (AMPUERO), DENTRO DE LA ASIGNATURA SOCIEDAD, CULTURA Y RELIGIÓN:
JON PAUL CARDONA, VANESSA CARRAL MAZA, RUBEN ECHEVARRÍA ABAJO, LIBERTAD GARCÍA NEGRETE, MIREYA GORDÓN ARES, ALEJANDRO IRUSTA TREVILLA, FERNANDO MADRAZO PERAL, VANESSA RICONDO ORTIZ, MÓNICA GARCÍA VELA Y ALBERTO RUIZ PALACIOS.
Se ha contado con el apoyo del profesor RAFAEL BEDIA GARCÍA.


Cuadro de Nieto Olivarri, de 1926.

Han pasado unos 15 años desde que se llevó a cabo este reportaje, un trabajo que nos cuentan ganó un premio a nivel de institutos de toda Cantabria. En el transcurso de este  tiempo hay que lamentar que desde las instituciones poco se ha hecho para preservar este rico patrimonio histórico que posee nuestro pueblo, que son los molinos. Y desde luego hay que señalar que son escasísimos los molinos que aún se mantienen en  pie y que pueden ponerse en funcionamiento si
se desea y el molino de Entrambosrriós es un ejemplo de los que quedan muy pocos.

Este molino se encuentra muy cerca del centro de Ampuero, frente a la Torre Espina, en un enclave de bonito paisaje, requiere un ligero acondicionamiento, pero lo importante ya existe y se conserva, ya les gustaría contar con algo así a otros pueblos. El tema de los molinos interesa hoy en día y son muchas las personas forasteras que se acercan hasta orillas del Vallino  los fines de semana y en tiempos de vacaciones para intentar visitarlo.
Necesita a gritos un proyecto público para que pueda ser visitado formalmente y entrar dentro de los atractivos turísticos que puede ofertar Ampuero.  

 

 

 

 

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