En los laterales del panteón de la familia de Alberto Camino, del año 1910, uno de los situados más cerca de la entrada, por supuesto, estamos refiriéndonos al cementerio de Ampuero, hay unas cruces grabadas, formadas por cuatro círculos y en el medio un rombo.
A buen seguro que a esta figura geométrica se la puede interpretar de muchas maneras. A mí se me antoja hoy pensando en la fugacidad del tiempo, en que hace poco se celebró Santa Marina en Udalla, luego Santiago en La Bárcena, hoy la fiesta de Santa Ana en Marrón y dentro de poco será la fecha de la Virgen Niña. El tiempo huye. Para mí que esta figura grabada en la piedra puede girar sobre sí, y sugiere la llamada "rueda de la vida" y el cambio inevitable entre estar vivo y estar muerto, pero también es una cruz cuyo movimiento constante comunica el cielo y la tierra. Pero al final vete a saber lo que quiso decir el escultor.
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