Mejor que otros años se resolvió el asunto de la entrega de premios, en gran parte debido a que Guizo ejerció de locutor. Eso sí, el Ayuntamiento y la orquesta debieron ponerse de acuerdo en el tiempo de descanso, es decir el tiempo que interrumpen la música y se van a descansar los artistas. Lo mejor hubiese sido aprovechar ese parón para dar los premios y no tener media hora o no se cuanto tiempo más la plaza en silencio con el telón cerrado. Bueno pensándolo de otro modo también uno se puede ir a tomar unos vinos por ahí y luego regresar.

La cosa ha mejorado, veremos a ver el año que viene, eso sí ya no creo que se les ocurra vender las rosas. Se ha creado un precedente.
Lo de la música "pregrabada" fue demasiado descarado. Hay que plantearse para el futuro menos camión y mas calidad.
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