Un año más Ampuero en esta fecha, víspera de "Todos los Santos" es visitado por hombres lobo, monjas siniestras, brujas, zombis y multitud de criaturas diabólicas. Es la moda foránea que se ha impuesto y divierte a los niños y a los mayores. Qué vamos a hacer, salvo regalarles a los pequeños unos dulces cuando nos pregunten si "Truco o Trato".
Los infantes llenaron sus calabazas con caramelos y otras golosinas que pedían en los bares y comercios de la localidad.
En esta tradición del Día de Todos los Santos, a parte indudablemente de llevar las flores al cementerio, yo me quedo con los buñuelos de crema de Jesús Leandro. Pero los niños han ido esta tarde a otro parámetro existencial, mañana espero que sus padres les obsequien con esos buñuelos.
Y fueron felices a pesar de la lluvia. Es curioso que el pasado año y el anterior en estos días hizo calor y estábamos más o menos en manga corta.
¿Será porque este año alguno se habrá portado mal?
Aunque el refrán lo dice: "Por todos los Santos, nieve en los campos".
Y estas fotos sólo son una muestra de los mil o mil doscientos niños que celebraron el Jalo Güin, en Ampuero, y que a pesar del mal tiempo se lo pasaron bien.
Se incorporan personajes nuevos que salen de películas de Joli Bur pero siempre hemos tenido presente en nuestro ideario fantástico a los fantasmas y a las brujas e incluso al hombre lobo. Convivimos con ellos a diario.
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