MARIGÉ nos ha dejado.
Nació y vivió en Santander hasta que conoció a su gran amor, Juan El Maestro, y juntos formaron una gran familia. Marigé pronto se integró en Ampuero como una ampuerense más, y participó activamente en la vida del pueblo. Puso en marcha “la guardería”, por la que pasaron muchos niños de Ampuero y de la que guardan un bonito recuerdo.Fue pionera de la “conciliación familiar”, extendiendo la guardería hasta su casa, donde muchos niños llegaban antes del horario de apertura, y marchaban cuando sus padres salían del trabajo.
Su interés por Ampuero la llevó a ser concejala de dicho ayuntamiento, tarea que desarrolló compaginando con su trabajo en la guardería. Participó activamente en el Hermanamiento Ampuero-Eauze, donde a día de hoy conserva buenos amigos que al igual que nosotros lamentan mucho su pérdida. Su inquietud social la llevó a visitar los campamentos de refugiados saharauis, participando de la labor humanitaria de acogida de niños en su casa, que pasaban el verano aquí huyendo del calor extremo y mejorando su salud. También ha sido una buena embajadora de Ampuero. Durante las Fiestas Patronales de la Virgen Niña, se reunían en la guardería personas de diferentes puntos de Cantabria, donde comían y disfrutaban de los encierros y corridas de toros. Todo el mundo era bien acogido procediera de donde fuera. Era una gran anfitriona.
Hoy, despedimos a esta mujer tan llena de vida, una ampuerense más. Desde estas líneas, quiero darle a su familia mucho ánimo para superar la ausencia de una esposa, madre y abuela como Marigé.
Con todo el cariño de
Nieves Abascal Gómez
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