"Era de esas personas junto a las cuales, cuando uno se pone a pensar, no ha compartido mucho tiempo de su vida. Pero esos momentos de convivencia siempre fueron agradables y dejaron una profunda huella. Nos acogió y le acogimos en nuestras respectivas casas. Conocimos a sus amigos y él conoció a los nuestros. Fiestas de Ampuero en septiembre y vacaciones de verano aquí o allí. Lo que empezó como un intercambio escolar, pronto se convirtió en una amistad. Pero una de esas amistades que se escriben con A mayúscula. La verdad que era fácil: su interés por los demás, su cercanía y su humanidad eran tan grandes como él mismo. Luego llegó la política y fue elegido alcalde. Lo que recuerdo con más intensidad es cómo contaba la creación del museo: el tesoro romano encontrado en su pueblo debía ir a la capital y quedarse allí. Sin embargo, fue capaz de edificar un museo y traer todos los objetos arqueológicos para que se expusieran ahí. Y sí, los trajo él mismo en una camioneta, por la noche, acompañado de su mujer y unos amigos… Solo había que oírselo contar para sentir lo orgulloso que estaba de haberlo hecho.
Su relación con Ampuero supone la mitad de una vida: casi 40 largos años desde su primera estancia aquí junto a nosotros, y un flechazo con nuestro pueblo que ha durado hasta sus últimos momentos. Disfrutaba de nuestras fiestas y de nuestras costumbres. Le encantaban los pinchos, estar en la calle junto a la gente y adoraba hablar español. Existe un dicho que afirma que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. También le podríamos dar la vuelta y decir que detrás de toda gran mujer hay un gran hombre. Cuando me acuerdo de él es imposible no acordarse de su otra mitad, de Christiane, una mujer que, como él, desbordaba energía positiva, optimismo y calor humano. Sus eternas sonrisas quedarán grabadas para siempre en la memoria de todos los que los conocimos y amamos.
Hay personas que marcan nuestras vidas y las enriquecen, las hacen mejores. Esos son los grandes hombres y las grandes mujeres. Hoy es el momento de despedir a un amigo y a un gran hombre: au revoir, Pierre Pédussaut".
Mary, Toñín, José Antonio y Asun
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