Un cuerpo de fusileros ingleses tomó por sorpresa ayer la villa de Ampuero, aunque sin disparar un solo tiro.
Eso sí, no pararon de tocar sus gaitas y tambores, ante el desconcierto de los atemorizados vecinos.
Quedó claro que los de Gran Bretaña contaron con elementos colaboracionistas nativos que favorecieron su entrada y su despliegue por las calles del pueblo. Aquí vemos algunos de sus cabecillas.
Menos mal que por la tarde, con la ayuda de
los artilleros de la Cavada, y el arrojo de las autoridades municipales logró recuperarse el control del pueblo, haciendo huir a los ingleses hacia las montañas.
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