Nos remite este artículo Jesús Sánchez Núñez-Polo
"Hace pocos meses han colocado badenes en la carretera desde Ampuero a Marrón; días después se asfaltaba el puente. Pobres reformas para lo necesario en esa abandonada zona.
No voy a entrar de momento en la marginación entre las grotescas obras de urbanismo realizadas en Ampuero en la última década, con los incómodos y peligrosos resultados, y el olvido que en ese momento sufrió un puente que comunica con el polígono industrial, con la estación de ferrocarril, con zonas deportivas, con la Bien Aparecida, con Udalla, con Limpias y con la Junta de Voto. Eso obviando que tambien es un obligatorio paso y concurrido paseo para el esparcimiento.
Lo del puente de Marrón es ya un grito de agonía, en el que a la falta de actuación institucional se añade la irresponsabilidad de algunos conductores que circulan por ese centenario puente como continuación de una carretera comarcal, que aunque lo pueda ser, no hay que ser muy agudo, sino solo tener sentido común para ver que estamos en un perímetro muy especial, con obligatorio paso de viandantes que deben sortear las estrechísimas medio aceras, sin siquiera la protección del desnivel sobre la carretera, y a la aventura de la poca atención hacia peatones, ó al resto de vehículos con que se cruzan".
No puedo estar más de acuerdo con estas opiniones.
Urge controlar la velocidad en el Puente de Marrón y en otras zonas delicadas del casco urbano.
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