lunes, 28 de julio de 2014

Cementerio de Udalla


 
No es frecuente visitar los cementerios por el simple afán de contemplar la estética de sus panteones y tumbas, lo normal es ir a estos lugares cuando hay entierros a ofrecer flores a familiares en fechas concretas. Sin embargo hay cementerios especiales como el de Castro Urdiales o Comillas, por ejemplo, en los cuales se realizan incluso visitas guiadas porque están llenos de obras de arte.
 
 
En el cementerio de Ampuero también trabajaron artistas, maestros de la cantería que supieron a principios del siglo XX  crear bellos panteones y conjuntos arquitectónicos.
Y en Udalla, que es el “campo santo” que hoy nos ocupa, también apreciamos de igual manera hermosos diseños funerarios con  continuidad estética en escala descendente.



Cuando a uno le llega la muerte yo pienso que poco va a disfrutar de si su tumba es magnífica, está situada rodeada de arbolado, en lo alto disfrutando de las mejores vistas al valle o al mar. Se pretendía en la medida posible que los restos de nuestros antepasados reposaran en lugares lo más estéticos y adecuados, y ello conllevaba sin duda una distinción social.



El cementerio de Udalla ubicado junto a la iglesia de Santa Marina lo construye José Setién, en el lugar de Bía, entre los años de 1871 y 1872.
“José Setién cede a favor de los feligreses y vecinos del pueblo de Udalla, el cementerio a excepción de su capilla y las 18 urnas situadas a la derecha de la misma, que se reserva en propiedad y perpetuidad.



Cede una urna de las 18 que ocupan la parte izquierda al párroco D. Francisco Mª Iturralde.

Las 17 urnas restantes del costado izquierdo las pone a disposición del que las mande ocupar a condición de pagar por cada una de las mayores 300 reales y los de párvulos 200 y sólo por el tiempo de 5 años.
Pasando 5 años se entenderá que la urna podrá exumarse quedando libre para poder recibir otro cadáver con las mismas bases que el primero y así sucesivamente .



Los productos que resulten de las urnas se aplicarán  a la construcción de un camino público servicio del cementerio, a su conservación y mejoramiento si hubiera  sobrantes a mejorar y reparar la iglesia o para la beneficiencia exclusiva del pueblo de Udalla…”














Toda esta información la obtenemos en: “Ampuero: Una Aproximación a su Archivo Municipal”.
Incluso se lee: “ En el patio del Campo Santo hay dos apartados dedicados el de la derecha, saliendo del edificio , para enterrar  a los cadáveres que no estén bautizados y cuyo local no ha sido bendecido, y el que ocupa la parte izquierda se reserve para osario”.
Udalla, febrero 1872”.
No cabe duda que José Setién es una persona benefactora del pueblo de Udalla y que su actuación viene a consecuencia de que en años anteriores en el “antiguo cementerio de Udalla”. “ Ya no se podía dar sepultura… habiendo llegado ya el caso de tener que suplicar al pueblo de Rasines que admita en el suyo el cadáver de uno de nuestros vecinos…. “
 

 
Triste es recordar la poca caridad que se tenía con los  no bautizados.
Por cierto, sigue faltando la verja de entrada, con la inscripción "Pater Noster"que ya hace varios años desapareció. Lo cual ya señalé hace tiempo bajo el epígrafe: "Lo que el Viento se llevó".




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

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