“En la plazoleta soleada del
poblado moruno recién conquistado a la chusma berberisca, y sobre las ruinas de
su casuca medio arrasada por la Artillería, dos bravos soldados de España
celebran su comida de Pascua. Al plato de humeante rancho, sazonado aquella
mañana con el penetrante aroma del lauro triunfal, se unen las sabrosas
vituallas que enviaron desde la madre patria manos maternales o hermosamente
filantrópicas, como aguinaldo a los de allá, que en las hoscas tierras
africanas combaten heroicamente. Es esta, una escena de intensa poesía que ha
sabido sorprender con gran acierto la cámara fotográfica, y que sin duda será
vista con agrado por nuestros lectores”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario