Esta
fotografía fue publicada en el ABC a finales de agosto de 1937 o principios de
septiembre. Y en el texto se podía leer:
“Ampuero.
Bendición y entrega de una bandera de España perteneciente a la segunda (línea)
de Falange Tradicionalista y de las JONS, de Ampuero, celebrada recientemente.
Foto: Samot”.
La
foto posiblemente corresponde al 28 de agosto. El 26 entraron los nacionales, la jornada anterior las tropas
franquistas durmieron en las Nieves.“Lo hicimos desplegados, con cierta precaución. Algunos gudaris aparecen enarbolando trapos blancos y quedan prisioneros. Acampamos para dormir, muy cerca de la ermita”.
( Nos cuenta Alejandro Corniero Suárez en su libro “Diario de un rebelde”, un libro que en 1985 fue finalista del Premio “Espejo de España”. Su autor es un juez que se hizo famoso por intervenir en un programa de televisión).
El día 26 entraron los soldados por la Bárcena… “encontrando a su paso un entusiasmo desbordado”.
Pero es el día 28 cuando parece ser que se llevan a cabo festejos organizados.
“Hervía como nunca, por la tarde, la plaza del pueblo, en animación y en algazara. Se dejaba uno llevar sin querer de la alegría del momento, entre la charanga del kiosko y las risas y las canciones de la gente”.
Como
es de imaginar “la alegría” de aquellas jornadas ni mucho menos alcanzó por
igual a todos los vecinos, quienes se significaron en el pueblo por ser izquierdistas,
durante los meses anteriores, si aún no habían huido podían temer las peores
represalias.
(
Se estima que en la represión republicana murieron asesinadas 6 personas en
Ampuero y durante la represión franquista 18. Fernándo
Obregón)
Aquel día se
debieron reunir en la plaza soldados, oficiales, falangistas y ...“todas
las muchachas del pueblo, guapas y feas, las que bailaban – o lo que fuera-
aquello que tocaba la banda, y las que preferían pasear discretamente con
cualquier fácil galanteador, en la penumbra de los soportales…”.
Alejandro
Corniero permaneció en Ampuero hasta el
1 de septiembre cuando recibieron la orden de “liberar Asturias”. Su libro es una especie de diario que iba
escribiendo a lo largo de la guerra.
Volviendo a
la fotografía, vemos que el balcón del “Café La Juventud” se convirtió en una
improvisada y extensa tribuna, engalanada con las banderas de España y la
Falange, así como con la cara de José Antonio pintada en la pared, el yugo y las flechas, el
tradicional “Arriba España” y colgaduras con banderines que incluían, mirando
la imagen con detalle, la bandera nazi
con la cruz gamada. En la solana del
segundo piso de la que anecdóticamente cuelgan pimientos, se situaron las mujeres y en el primer piso
los hombres, excepto una señora que viste con mantilla y que posiblemente haga
entrega al final al orador un ramo de flores. En el rincón de la izquierda toma
nota del discurso, imaginamos que el secretario en funciones del ayuntamiento.
El encargado de la arenga política no sabemos con certeza quien fue, el militar de mayor rango o tal vez un
destacado falangista ampuerense como Antonio Ruiz Arenado, hermano de Martín,
aún jefe provincial de Falange y delegado del Gobierno Militar. Martín murió en
accidente de automóvil uno o dos días después, cuando se dirigía por el puerto
del Escudo a Santander.
En el libro
“República, Guerra Civil y Posguerra en los Valles del Asón” de Fernándo
Obregón Goyarrola se lee que Antonio Ruiz Arenado “pronuncia un discurso muy expresivo del ideario original de la
Falange, anticapitalista y con un fuerte contenido social”, a los pocos días de
entrar los nacionales. Parece ser que este discurso fue pronunciado con motivo del nombramiento
del nuevo Ayuntamiento de Ampuero.
En él
destacan frases como: “Hay que desvelarse por las
clases trabajadoras, por las gentes del pueblo que han vivido siempre en un
estado lamentable y sin apoyo, esos pueblos que rodean nuestra Villa, sucios,
sin alguna higiene, desamparados siempre por las clases capitalistas, esas
clases que han traído a nuestra querida España a la catástrofe más grande de
todos los tiempos. En España ya no existen clases ni castas, solamente
Españoles…”
Habla
en contra… de
los extranjeros perniciosos, de los politicastros y caciques que
desgraciadamente en este pueblo han abundado bastante. Aboga por… la reforma económica y la reforma social de la Agricultura.
Será
designio preferente del Estado Nacional-Sindicalista la reconstrucción de los
patrimonios comunales de los pueblos. Repudiamos el sistema capitalista, que se
desentiende de las necesidades populares, deshumaniza la propiedad privada y
aglomera a los trabajadores en masas informes, propias a la miseria y a la
desesperación.
Y
termina… ¡Arriba
España! ¡Viva el Generalísimo! ¡Viva Nuestra Señora la Virgen de la Bien
Aparecida!(Libro de actas de Ampuero, 15 de septiembre de 1937)
Como
bien dice Fernándo Obregón el ideario original de la Falange se iría diluyendo
al convertirse en el partido único del régimen franquista. Vamos, que los
caciques que gobernaban los pueblos en connivencia con el clero no
desaparecieron, menos aún en las zonas rurales.
En
la segunda fotografía vemos en el balcón con más detalle al orador, a oficiales
del ejército, al párroco de Ampuero, don Julián Escalante, a otro sacerdote, e imaginamos que también
a los vecinos que ejercerán de nuevos concejales.Continuará
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