“Croan alegres los
batracios en el cofre esmeralda del Boulevard. Ánfora de juncos y nenúfares
donde arrojar la moneda del destino con la complicidad de
la diosa Afrodita. Tarro de esencias
aromáticas, que no envidia a los almizcles de Damasco. Pila bautismal de
princesas escandinavas. Enaltezco tu belleza,
la textura de tus aguas, microclima fértil
donde procrean los
nuevos amores de
verano.” Agradezco a Luis Eduardo Colaque el envío de este “particular escrito”.
O sea... Criadero de renacuajos... Jajjjjajja. Muy bueno.
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