El público abarrotó el salón y siguió con interés el acto en el cual también se homenajeó a Amavisca, a la Peña Mortera, a Vitines y a Gregorio Verano. El editor Álvaro Romero dijo que el libro cuenta con muchas fotografías y cuenta muchas anécdotas y calificó a Buyo como un tipo honesto y buena persona.
Buyo se dirigió a los presentes y señaló que ya había estado alguna otra vez en Ampuero y que ve al actual equipo blanco con una extraordinaria plantilla y un entrenador que entiende a los jugadores y hace una labor extraordinaria. A los numerosos niños presentes, que también se atrevieron a hacerle alguna que otra pregunta, les aconsejó que primero estudien y saquen buenas notas y luego si quieren dedicarse al fútbol tengan ilusión y trabajen mucho, y si se tiene talento y una dosis de suerte podrían llegar a entrenar en buenos equipos. Pero lo importante no sólo es formar futbolistas sino personas.
Buyo también dijo que a su quinta, a la "quinta del Buitre" les faltó un poco de fortuna para poder conseguir la copa europea, que fue una generación extraordinaria de jugadores aunque sin los números uno del mundo con los que ahora cuenta el Madrid.
Anabel Pinedo entregó a Paco Buyo una placa conmemorativa de su visita a Ampuero grabada con los escudos de Ampuero y de la Peña, también se le entregó un lote de productos de Cantabria.
Buyo firmó los libros con su biografía a todos aquellos aficionados que se le acercaron al finalizar el acto. En este caso vemos a Raúl.
Elsa, Avelino y Patri.
En el bar "La Ribera", sede de la Peña Madridista, se ofreció un animado lunch. Más tarde los socios subieron a la Bien Aparecida, a cenar en el "Restaurante Solana".
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