El próximo sábado 6 de octubre, a las 6 de la tarde, se recordará en la Torre Espina de la Bárcena la figura de Ramón Gutiérrez Zorrilla, quien fuera un destacado periodista, autor de una novela de éxito y alcalde de Ampuero en la época de la Guerra Civil. Zorrilla vivió una vida intensa pero breve, ya que fue detenido al entrar las tropas nacionales en Ampuero y fusilado en Santander el 11 de enero de 1938 cuando apenas tenía 41 años de edad. En la Torre Espina se proyectará un audiovisual inédito que recrea su vida de la que atrae poderosamente la atención su personalidad combativa, autodidacta, defensora de los más desfavorecidos. Al mismo tiempo se presentará un libro con su biografía, siendo ambos trabajos de investigación obras de Manolo Pérez, Fernando Palacio ( Asociación Emporium) y Santiago Brera.
En la foto un artículo de la revista "La Montaña", en el cual se menciona que a Zorrilla le entregaron una medalla de oro por defender el río Asón cuando pretendieron hacer un trasvase de sus aguas hacia Bilbao.
El recorrido existencial de Zorrilla se identifica con unas décadas claves en la historia de España, en su vida y su obra literaria se refleja la dura condición de las gentes de la mar, de los hijos de los campesinos sin tierras ni porvenir que tuvieron que emigrar hacia América; se manifiesta también la problemática social que emerge durante la II República y como colofón se rebela la tragedia de la Guerra Civil.
Zorrilla nació en Noja en 1896, en el seno de una familia de pescadores, aunque muy joven viajó a Madrid donde se dedicó al oficio de barbero al mismo tiempo que al de periodista. Cuando regresa a Cantabria fija su residencia en Ampuero donde abre una peluquería y sin apartarse de su verdadera vocación se convierte en corresponsal de dicha villa del diario “El Cántábrico”. Zorrilla se casa en 1924 con la ampuerense Blanca Montoya Blanco, conocida más por “Cuca”, la Cholaca. Publica muchos artículos sobre Ampuero y Udalla, desde crónicas deportivas, sociales o políticas. Ejerce un periodismo crítico cuando entiende que los asuntos públicos no funcionan bien y los gobernantes ponen poco empeño en arreglarlos. También publica numerosos cuentos.
Una de sus grandes cruzadas fue la de oponerse al proyecto de una empresa vasca que pretendía conducir las aguas de varios manantiales del Asón hacia Bilbao. La pluma de Zorrilla consiguió levantar el espíritu adormecido de los pueblos ribereños y gracias a su batalladora campaña consiguió evitar que se llevara a cabo esa obra hidráulica que hubiese supuesto problemas para la pesca del salmón, la obstrucción de los puertos, para la higiene y la ganadería. Quiso el Ayuntamiento de Ampuero y los otros de la comarca homenajear a Zorrilla y regalarle una medalla de oro grabada con el escudo de la Montaña y quiso el destino que ese medallón hubiera que enviársele a la Habana, pues Ramón ya residía allí desde junio de 1925, como tantos otros cántabros “cruzó el charco”, soñó con alcanzar nuevos horizontes, en definitiva soñó con América, con un mundo mejor, viaje que emprendieron también varios personajes de sus relatos literarios.
En la foto se ve a un trasatlántico entrando en el puerto de La Habana en los años veinte. Posiblemente "El Colón" en el cual viajó Zorrilla al igual que tantos montañeses. En la Habana se integra en la comunidad montañesa y dirige la revista “La Montaña” y pronto publicará la novela “El Hermano”, que relata la vida de dos hermanos huérfanos que se separan en la infancia, uno viaja de polizón a América y después de cuarenta años se convierte en uno de los hombres más opulentos de la colonia española de Cuba. Al otro hermano no le sonríe la fortuna y termina como un vagabundo de pueblo en pueblo buscando cobijo para pasar la noche. La novela, recientemente reeditada, teje una conmovedora trama para que ambos hermanos puedan reencontrarse. Este libro de argumento sencillo y de tono bondadoso fue muy bien recibido y en pocos meses las ventas le obligaron a preparar una segunda edición.
La novela fue elogiada por muchos escritores montañeses como Manuel de Val, Concha Espina o Manuel Llano. Su labor como escritor es recompensada por sus compatriotas y es nombrado Socio de Mérito del Centro Montañés. Fundará su propia revista “La Tierruca” y una oficina, sin ánimo de lucro, para resolver los papeleos oficiales que necesitaban cumplimentar los emigrantes montañeses que viajaban a Cuba. A pesar de los éxitos también se encontró en la isla rodeado de adversidades.
Militó en Izquierda Republicana, el partido fundado por Manuel Azaña, un partido considerado moderado dentro de la esfera del Frente Popular. Siempre se caracterizó por ser un escritor comprometido con los aspectos sociales pero en 1934 da un paso muy expuesto y salta a la arena política en unos años convulsos y cruciales de la historia de España. Primero es designado como gestor municipal y delegado del gobierno en Ampuero, es decir como la persona encargada de mantener el orden público, más adelante sería nombrado alcalde, 22 días antes del alzamiento militar franquista.
Buenas Santi. El Cristóbal Colón sólo tenía una chimenea. Un saludo.
ResponderEliminarEn el libro "Recordando a Ramón Gutiérrez Zorrilla" que mañana sábado presentamos salen varias fotos del trasatlántico Cristóbal Colón. Se cuenta todo lo que llevaba de víveres, como eran los camarotes, etc, todo ello lo escribía en sus viajes Zorrilla. Y sí, efectivamente el Colón sólo tenía una chimenea, incluso incluimos en una foto su maqueta que está en el Museo del Indiano de Colombres.
EliminarBuenas tardes Santi, he leído que este señor tenía dos hijas, creo que también un hijo apodado "el cholaco" un gran pescador de salmones...vivía en Bilbao y raro era el fin de semana que no se le veía por Ampuero.
ResponderEliminarTuvo dos hijas, Purificación y Pilar, que aún vive, el cholaco pescador de salmones era familia de su esposa, Blanca Montoya, supongo que hermano.
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