
-Alejandro: ¿De qué se trata?
-Mauricio: Normalmente, ¿quién piensa la gente que está a “cargo” del infierno? ¿Quién se supone que castiga a las personas que van allí?
-Alejandro: El Diablo.
-Mauricio: Pero el Diablo es el peor enemigo de Dios, ¿verdad? Si Dios enviara a la gente mala a un infierno para ser atormentada por el Diablo, ¿no daría eso a entender que existe cierto grado de colaboración entre ambos?
-Alejandro: ¡Fíjese! Nunca había pensado en eso.
-Mauricio: ¿Tendría sentido, entonces, que Dios le pidiera a Satanás que castigue a las personas que el propio Satanás ha llevado por el mal camino?-Alejandro: Me parece que no.
-Mauricio: Además, si Dios quisiera que los inicuos fueran atormentados, ¿por qué iba a prestarse el Diablo a cumplir la voluntad de Dios, siendo como es su archienemigo?
(Extracto de una conversación sostenida entre dos Testigos de Jehobá. “La Atalaya”, 1 de octubre de 2012).
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