martes, 25 de agosto de 2020
En las Nieves esta tarde
Una vez al año al menos, como dicen no suele hacer daño, me gusta subir al Pico de las Nieves a contemplar sus esféricas panorámicas, que incluyen el pantano del Juncal, Rasines, Ampuero y la ría del Asón, Santoña, Oriñón, Ojebar y tantos otros lugares. Aproximarse de nuevo a esas agrestes agujas que conforman un castro legendario, me llena de ilusión porque para mí es un lugar especial, lleno de recuerdos, vivencias de hogueras y estrellas.
El Pico de las Nieves ha sido siempre un faro, un imán que atrajo y atrae devoción religiosa, festiva, turística o deportiva. Para algunas personas entre las que me encuentro un enclave mágico. Hoy a eso de las 7 de la tarde había un perro pastor custodiando un rebaño de ovejas dispersas, no parecía agresivo con los turistas.
Unos ocho coches aparcaban y subían luego sus pasajeros caminando hasta la ermita, hay espacio suficiente para todos para mantener las distancias. Cada pequeño recodo me trae recuerdos de personas ya muy alejadas de mi vida. Me sigue disgustando que de la fuente ya no mane agua y no se el motivo, seguro que tendrá una razón de peso, pero que triste porque yo durante muchos años la conocí franca para todos los sedientos.Felicitar por el arreglo de la carretera y por último también vi un toro paciendo que me recordó a la dehesa salmantina, un poco flaco pero con buena estampa.
FIN
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