Me cuenta Mari Carmen López que su padre la ha hablado hoy de otros refugios antiaéreos que existieron en Ampuero. Uno estuvo junto a las escuelas, pegado a la casa de Vicente Martínez. Otro iba desde la Casa de Cascón, la que está junto al bar la Cueva, a la casa que fue de los curas, edificio rehabilitado situado frente a la iglesia, donde también estuvo el taller de Sanz. En la carretera que va hacia Ahedo, al poco de pasar el Palacio de la Bárcena también hubo otro refugio. E incluso hubo uno excavado en la misma plaza del Orcón, pegado al prado en cuesta. Y por último hay referencia de otro refugio situado frente al antiguo colegio de monjas en Rocillo. Al parecer se llegaron a usar todos ellos en algunas fechas determinadas. En la foto tomada esta misma mañana en el Jardín de los Caídos o Boulevard, se puede ver este cartel, que sin duda cumplió ya su misión y que probablemente exista un protocolo para retirarlo pero que bueno sería si se pudiera reciclar y emplearse de nuevo, como dijimos en la entrada anterior, para convertirse en un cartel explicativo de un lugar concreto del pueblo visitable o simplemente un cartel para colocarlo en un barrio para que se fijen en él carteles y bandos municipales.
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