Travesía en bicicleta de montaña

 Durante este  pasado fin de semana, los Ampuerense de Bernales, Álvaro y Damián García Ruiz, acompañados por José Ángel Sainz Cabría, de Hoz de Anero, y por Sergio de Mier Ahedo, de Madrid pero residente en Soto de la Marina, convirtieron en realidad el reto de atravesar Cantabria desde el puerto de las Muñecas, en el límite con Euskadi, hasta la frontera con Asturias, para culminar finalmente en Potes, todo ello en bicicleta de MTB por el monte, a través de pistas y sendas ganaderas, que enlazan uno tras otro  los diferentes valles de Cantabria, encontrándose en su camino con impresionantes y espectaculares paisajes, pero también con caminos de pronunciada dureza, tanto en subidas como en bajadas, todo ello si de por si no era suficiente duro aderezado con lluvia y niebla, que les impidió disfrutar más si cabe de las maravillas que la naturaleza Cántabra les ofrecía a su paso, subir el Armañón desde Trucíos hasta coronar las Nieves, es solo un pequeño aperitivo para lo que les quedaba por delante,  con durísimas cuestas como las que se encontraron en Bustablado ( Arredondo) o la zona de Miera, o el monte Brenes y el Moral en el Valle de Iguña, sin olvidarnos de la ratonera de la reserva del Saja, y por supuesto el juez de paz de toda la travesía,  como son los incomparables picos de Europa, con toda su grandeza fueron testigos de nuestro paso, que junto con Tresviso, Sotres y Aliva, indicaban que el logro estaba próximo a cumplirse, como así fue, por Espinama nos acercamos a Potes, muy cansados pero al mismo tiempo muy contentos, por haber culminado felizmente este reto, y pensando ya en otra nueva aventura. Las etapas fueron las siguientes, Puerto de las Muñecas- Arenas de Iguña, 126,14km con un desnivel positivo de 3,755,m. Segunda etapa Arenas de Iguña-Tama, 104 km, con un desnivel positivo de 3,350m. Tercera etapa, Tama-Macizo de Andara- Espinama, y final en Potes. Enhorabuena por el reto conseguido, no teniendo constancia de que alguien más haya realizado esta travesía tan dura como interesante!! Miguel Barquín.