“El que suscribe, Cirujano
Menor y Masajista de las facultades de medicina de Valladolid y Lisboa,
participa al pueblo en general de esta Villa; que como quiera que son de grande
interés los servicios que puede prestar un Cirujano Menor a la humanidad, en
muchos de los casos y mucho más en una epidemia gravísima o en enfermedades en
donde el señor médico siempre desea que sus prescripciones se observen con todo
rigor y que sus órdenes se hagan con toda escrupulosidad, como son, Baños a la
temperatura ordenada, aplicación de Ventosas, Sanguijuelas, Vejigatorios,
Masajes generales, Inyeciones hipodérmicas, aplicación de bolsas de hielo y
Enemas, Lavados y curaciones de heridas y otras operaciones que no son de
incumbencia del médico y que a no ser una persona entendida y autorizada es
imposible cumplimentar lo ordenado por el Sr. Facultativo y por lo tanto
pudiera traer funestos desenlaces, advierto a mis convecinos que desde primeros
del próximo año, establezco un salario sumamente económico para que todas las
clases sociales puedan participar de él, que es de tres pesetas anuales por la
asistencia de los servicios de mi profesión, excluyendo partos y enfermedades producidas por mano airada.
Nota: Los avisos se reciben
en la Droguería; a todo el que se asalarie antes de terminar el presente año,
la asistencia será gratuita hasta el 1º del año de 1912”.
“Luz Cántabra”
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