martes, 15 de marzo de 2016

El Pozo de Manolita, por M. Órtola


                                  El pozo de Manolita, por Marcelino Órtola

“Recordar nuestra infancia. En esta ocasión cuando los días acortaron y apetece echar a la lumbre unos palos secos que aviven el fugo, es cuando le vienen a uno los recuerdos de nuestra infancia. En Ampuero, concretamente en la carretera que va a La Bárcena, tenemos un pozo que se llama Pozo de Manolita, este y el Pozo Malvecino, son los más conocidos de la zona. Este pozo fue conocido como de Santiago, delante de este pozo había una iglesia, que se cayó en el año 1912. Hoy ya no queda nada de ella, se decía que estaba situada en el Camino de Santiago, denominada así por el enclave en el que estaba situada.

En la década de 1940 llegó un matrimonio a Ampuero que descendían de Santander, el que se llamaba Goyo Bendito y ella Manolita. Se instalaron enfrente del pozo, en una casa de la familia Rosario Mas. Él se colocó en la farmacia de mancebo y ella hacia las labores de la casa.
 
                                                                                    Imagen antigua del Pozo de Manolita
Con el paso de los años el pozo fue cambiando de nombre, pues cuando quedabas con algún amigo, decíamos: “Quedamos delante del pozo de Manolita o delante del nogal de Manolita”. Este matrimonio era muy buena gente pues siempre tenían alguna cosa que darte, como por ejemplo chocolate o gallegas. Se llevaban muy bien con la gente, pues eran muy serviciales en la farmacia. Este matrimonio ya falleció.

Este pozo ya no es lo que hemos conocido porque con el paso de los años y a canalización del río Vallino en 1993, se ha cambiado mucho el contorno del pozo. Ya no tenemos la presa que levantó Juan de Isla en 1748 para montar la Ferrería La Riera (antigua fábrica de harinas), esta presa estaba levantada de madera. Ya en el año 1852 pasó a manos de Francisco Talledo, que hizo la presa de hormigón.

Este es un pequeño resumen de la Leyenda del pozo de Manolita y de este matrimonio que llegó a Ampuero y se portó muy bien con casi todos los vecinos de Ampuero  y cercanías. De este pozo se cuentan muchas leyendas y cosas que pasaron durante muchos años.

Una de ellas dice que la gente mayor contaba a sus hijos y nietos que en el Muradón, en una de las casas que hoy aún existe, había un vecino que se levantaba por las noches de la cama sonámbulo, cogía un caldero y se marchaba a cargarlo de agua a dicho pozo. Una de las muchas noches que salía se encontró casualmente con unos vecinos que lo despertaron, y al instante el hombre cayó allí mismo muerto”.
No será la primera vez que mencionamos que este lugar, a orillas del Vallino, podría ser un enclave muy visitable si se acondiciona mejor, tal vez con algunos asientos de piedra y por supuesto con un acceso cómodo, porque ahora si uno quiere acercarse al pozo tiene que saltar una pared de piedra de gran altura o avanzar por el río desde los Atrancos. 

                                                                                                   

 

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