Un paseo hasta las Toberas

Uno de los principales atractivos de Ampuero son sus paisajes tanto de montaña como de río. Es conocido que el Asón atraviesa el término municipal pero también otros pequeños ríos que forman escenarios de gran belleza e interés histórico.Hoy nos vamos a fijar en la ruta fluvial del Arroyo de las Toberas que cuenta con numerosos vestigios de molinos harineros, antiguos puentes y presas.

 

 

En la foto: la pequeña presa de las Toberas.

El Arroyo de las Toberas es un río de montaña que nace en las proximidades del Pico de las Nieves y que desciende hacia Ampuero entre un denso arbolado recibiendo las descargas de distintos manantiales y regatos. Su curso ya se puede localizar desde la carretera que conduce a Guriezo, en la zona de Regada, luego baja por la vaguada de El Perujo y gana los regatos que se precipitan desde Solamaza y Las Entradas.

Nosotros nos fijamos en el tramo donde adquiere mayor personalidad, al que accedemos a través de  La Bárcena. Al fondo de este barrio seguimos el curso del río por una pista que luego se convierte en sendero y llega a las Toberas, esas arquetas que datan de 1926 y desde las cuales se impulsa directamente el agua a presión a las tuberías que abastecieron hasta hace pocos años los grifos de los vecinos de Ampuero. Muy cerca de las Toberas están las ruinas de un molino y aguas más arriba se encuentra el llamado molinuco, junto a un bonito puente de piedra que conduce al barrio de Ahedo. Da pena ver estos ingenios hidráulicos en estado de ruina y abandono, una lástima que no se hayan podido conservar porque hubieran podido formar parte de un sendero fluvial de gran valor cultural y entrañable belleza. Fueron lugares que hace años estuvieron transitados por los vecinos que se dedicaban a la agricultura y a la ganadería pero hoy son espacios propios para ermitaños, donde el silencio sólo lo rompen el discurrir del agua y el trino de los pájaros. La imaginación nos lleva a sugerir que entre los robles, avellanos y helechos, habitando cerca de los pozos, podríamos contemplar alguna anjana o algún duende distraído.
Un paseo muy recomendable.