domingo, 16 de abril de 2017

La Antigua Feria de Ganado de Cenicientos

Saturnino Caraballo Díaz ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Fotografías antiguas de una feria de ganado":
LA ANTIGUA FERIA DEL GANADO EN CENICIENTOS
Un gentío abigarrado,
mulas, vacas y borricos,
hombres grandes, niños chicos,
y un calor anticipado.
 
Gran concurrencia en los prados,
gentes venidas de fuera
vigilando la Ladera
a multitud de feriados.

Copresidiendo las "Peñas",
los acuerdos y los tratos
y los ropajes baratos
con antiguas estameñas.

Los chalanes con blusones
y gitanos con patillas
y gitanas amarillas
pronostican bendiciones.

Con puestos chamarileros
y olor de moñigo y bosta
y una voz que adrede imposta
uno que vende sombreros.

Con las alforjas mendigos,
husmeando que se pierde,
entre lo reseco verde
eran de todo testigos.

Los charlatanes vendiendo
hojas de afeitar y peines,
y calcetines de empeines
a un ritmo loco ofreciendo.

Y al comediar la mañana
comenzaba el regateo,
"¡este borrico es muy feo",
comentaba una gitana.

Aparece el patriarca,
los dedos en el chaleco,
patilludo y negro, enteco,
rodeado de su jarca.

Y atusándose el bigote
con el nudo del bastón
le pega un buen coscorrón
y la gitana huye al trote.

Con borricos matalones
las mulas de gran alzada
con la gente harto animada
y abundancia de mirones.

Saber palpar a las mulas
entre las patas las mamas,
infértiles cual las gramas
donde a los surcos ondulas.

Y mirarles la bocaza
observando bien los dientes,
estudiando sus mordientes
y los años que atenaza.

En borricos mataduras
y estudiarles el pelaje
y ver bien el andamiaje
igual en las comisuras.

Y las rumiadoras vacas
se encontraban más lejanas,
con sus cencerros campanas,
badajo de unas estacas.

Después los tratos cerraban
con apretones de manos,
preludios de los veranos
vacaciones que empezaban.

Se intercambiaban cigarros
y sendas botas de vino,
y emprendían el camino
a pie o en mulas o en carros.

Y los muchachos coruchos
con ojos maravillados
veíamos asombrados
fajos de dinero muchos.

Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho



Publicado por Saturnino Caraballo Díaz para Un blog sobre Ampuero y otros lugares cercanos a las 15 de abril de 2017,

2 comentarios:

  1. A LA FERIA DE SOTILLO

    A la feria de Sotillo,
    de Sotillo de la Adrada,
    jinete y mula albardada
    hacen alto en un cerrillo.

    La mula que coces daba
    al sentir los aparejos
    y del arado trebejos,
    por los belfos resollaba.

    De sudor un mar de espuma
    le corría por las ancas,
    como el agua de barrancas
    que por Sotillo rezuma.

    El camino hizo al galope
    yendo desde Cenicientos,
    cual Eolo, dios de vientos
    vertiginosos a tope.

    Descabalgando el jinete,
    entre susurros la calma,
    quita lomillos y enjalma,
    y ella dócil se somete.

    La seca lomos e ijares,
    tripa y remos de las patas,
    orillado entre unas matas
    de olorosos tomillares.

    Después la conduce al paso
    y en la feria la introduce,
    y su caminar seduce
    por su tranco y acompaso.

    Se interesan compradores
    y la miran y examinan,
    y palpándola conminan
    a que muestre sus errores.

    Extraños no hace la mula,
    más mansedumbre no cabe
    en falso animal que sabe
    que en la feria se simula.

    Y en la feria de Sotillo,
    de Sotillo de la Adrada
    de feriantes muy colmada
    se vendió este animalillo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar
  2. IBAN MULAS MULERAS

    Iban mulas muleras
    de poderosas ancas,
    cargadas de maderas
    hasta las mismas trancas.

    El barro les llegaba
    hasta los corvejones,
    cuando la uva llenaba
    esparto de serones.

    Cargaban sobre el lomo
    jinete y vertedera,
    y en la viña del pomo
    romano de mancera.

    En época de saca
    los haces de los trigos,
    y montones de alpaca
    y las paseras de higos.

    Después tirar de trilla
    aparvando la parva,
    del trillador la silla
    y a mieses las aparva.

    Acarrear el grano
    y cargar con la paja,
    cuando el sol del verano
    con el sudor la alhaja.

    Su estiércol aprovecho
    para abonar los campos
    que ilumina el barbecho
    a la luz de los lampos.

    Mulas riadas de mulas
    a hogar dieron sustentos
    de frente o a reculas
    de agros de Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

    ResponderEliminar