Carasa, Kierkegaard y la Gata Negra. Por Juanjo Martínez.
Supongo que hay asuntos que hay que
tratar con humor. Decían Faemino y
Cansado1 en una famosa coletilla: ¡Que va, que va, que va... yo
leo a Kierkegaard! Curiosamente el mejor traductor al castellano del escritor
danés era de Carasa: Demetrio Gutiérrez
Rivero2. Aún hoy, veinte años después de su fallecimiento, se le
considera el más acertado traductor del filósofo.
El de Carasa dedicó sus
últimos años a escribir una Antología del Humor en la Literatura Española,
ambiciosa obra nunca editada, que abarca y analiza el humor en las letras
hispánicas desde los comienzos del castellano hasta el final del siglo XX. Nunca
nadie solicitó firmas para recuperar y editar su Antología del Humor o
restituir su nombre de las traiciones editoriales, que sustituían su firma por
la de otros autores en sus trabajos. En cambió, recientemente, si que 150.000
personas han firmado un manifiesto para solicitar la prohibición de la fiesta
del pueblo de Demetrio, una localidad de 450 habitantes. Aunque vende más polemizar
que restituir fue aplastante la derrota de la iniciativa: 50 millones de
españoles no firmaron tal manifiesto, posicionándose a favor del evento.
De Carasa se pueden comentar muchos temas.
Todos los grupos humanos que dejaron su huella en Altamira, Tito Bustillo, Covalanas, Ekain, El Castillo... estuvieron
en Carasa. Un lugar excelente para la caza y el marisqueo por su privilegiada localización
entre dos estuarios, con colinas y riachuelos de agua dulce. La despensa ideal
para no morir de hambre al final de la última glaciación y durante el
Cuaternario. Años más tarde y según cuenta la tradición, con los árboles de uno
de esos riachuelos, el Río de La
Barca, se construyó la Carabela Santa María,
nao capitana de la histórica expedición transoceánica. Deportivamente también se
pueden comentar los éxitos de los remeros locales, Campeones de España de Traineras
con Astillero y Pedreña en los años 70. Y hablar del reciente podio número 21
de Julio Martínez en del Descenso del
Sella3. Y de otros variados motivos: la reserva natural, las
delicias gastronómicas4, las canteras, los canteros, las sogas de
junco, la ganadería y pesca, el arte y la arquitectura, la industria fluvial en
Angustina… Pero lo dicho, vende más polemizar.
La fiesta de La Gata Negra de Carasa es
un ritual humorístico en el que un trovador, acompañado de una gata y una
comitiva de vecinos disfrazados, recita coplas satírico-cómicas sobre los
acontecimientos locales del último año. Las coplas supuestamente son confidencias
del animal al trovador: la gata todo lo
ve, la gata todo lo sabe. Se eligió a la gata como símbolo de animal libre
que deambula a su antojo y se entera de todo lo que sucede por el pueblo. Podía
haber sido un animal mitológico imaginario o un koala, si Carasa estuviera en
Australia, pero en la antigua Cantabria agrícola-ganadera se consideró más
adecuado el símbolo del felino doméstico. En su origen se soltaba al gato en
una explanada, de la que partía corriendo hacia la zona de cultivo o la
contraria, lo que indicaba buena o mala cosecha. Evidentemente el maltrato
animal nunca formó parte de la fiesta, puesto que ningún dueño de felino lo
ofrecía con esa intención. Ya no hay cosechas buenas ni malas así que es
indiferente que el felino vaya a un lado, al otro o se marche de vacaciones al
Mediterráneo. Allí, en este año 2017, si que hubiera sentido maltrato
turístico-animal.
Últimamente se planteó en el pueblo
si portar a la gata en un automóvil eléctrico, que no hace ruido, para no
molestar al animal. Otros dijeron que lo mejor era darle 100 euros a la gata y
que fuese a comer y toma una copa donde quisiera y que luego cogiese un taxi
para acompañar a la comitiva. Alguno dijo que se podía cambiar al felino por
una pelota de golf, propuesta pronto desechada porque los espectadores de las
últimas filas no distinguirían la bola. Otro comentó que había que aprovechar
las nuevas tecnologías, la gata enviaba un video por wassap y luego se soltaba
el teléfono móvil con la vibración puesta y en modo avión, para que saliese
volando. Y por fin opinó la
Gata Negra: ¡Que va, que va, que va... yo leo a Kierkegaard!
1 El domingo, 20
de agosto, Faemino y Cansado serán
nombrados miembros de honor de la
Cofradía del Hojaldre de Torrelavega.
2 Humanista,
escritor y traductor, este sacerdote jesuita, se sumergió en el idioma de la
península nórdica, a través de sus prolongadas visitas a Copenhague, con el
único objetivo de traducir directamente del danés las obras del padre del
Existencialismo.
3 Once oros, ocho
platas y dos bronces.
4 Destacando las almejas de Carasa y las
angulas.
Firmado: Juanjo Martínez (Licenciado en Bellas Artes y empresario de
PP. FF.)
Fantástico escrito cargado de la retranca habitual del autor. Con el permiso del autor, que lo doy por concedido, lo comparto en Facebook para que pueda ser disfrutado por los ajenos a este medio.
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