miércoles, 1 de octubre de 2014

Teatro 2


Hoy voy a permitirme un ratito de amistosa palestra con los inteligentes jóvenes que componen la Sociedad recreativa de Ampuero, seguro de que no se llevarán a mal que les indique algunos defectillos notados, para que, poniendo cuidado en evitarlos, lleguen a ser verdaderos artistas, capaces de emprender la interpretación de las obras más difíciles.
En general me ha complacido su trabajo; he visto que se mueven y dicen con naturalidad; que ninguno descompone el cuadro, que todos procuran contribuir al buen conjunto y agradar al público selecto e inteligente, que asiste a estas funciones, no con bufonadas ridículas sino con detalles cómicos de buen gusto…
Quedamos, por consiguiente, en que, para dejar de ser aficionados y ascender a la categoría de artistas, les falta a ustedes únicamente: Estudiar un poquito más; corregir la dicción del verso y caracterizarse sin anacronismos, identificándose con el personaje en edad, temperamento y mímica….
Y ahora, un poquito de reseña de la última función. Esta era a beneficio de los pobres y con esto dan los distinguidos aficionados buena prueba de su altruismo. El teatro estaba lleno, y esto demuestra que el noble público ampuerano sabe responderá los apelos que en nombre de la Caridad  se le hacen.

En Entre Doctores, hizo la señorita María Pacheco una jovencita deliciosa, dicha a conciencia, muy bien accionada y estudiada con cariño.
Juanita Echevarría creó una criadita muy mona que para sí quisieran muchos señores.
Antonio González magnífico en su falso Doctor Conde.

Ernesto Rivero y Carlitos, perfectamente en sus respectivos papeles y Felipe Ortiz y Rafael Revuelta muy bien en los suyos, en cuya interpretación en nada desdijeron de sus compañeros
De Noticia fresca ya hablé en mi reseña anterior. Únicamente me corresponde citar a Felipe Ortiz, que a última hora se encargó del agente de policía, por indisposición de don Pedro García, y que, a pesar de luchar con el recuerdo de éste, consiguió salir airoso de su cometido.

En De Tiros largos, estuvo Teresa García encantadora, elegantísima y muy natural. Angeles Rivas muy discreta y graciosa en su papelito de criada.
Antonio González, admirablemente, como siempre; Felipe Ortiz, en su Pedro, muy sensato, trabajador y estudioso.
La dirección muy bien, con las solas deficiencias arriba apuntadas.
¡Ánimo, señor director! ¡A corregirlas con mano de hierro! ¡Mucho palo, mucho palo; mire usted que los cómicos son terribles!...

O´ Roysam (Luz Cántabra. 5-2-11)
 
Grupo de aficionados al teatro de Ampuero, foto de alrededor de 1932 de Leoncio Marugán. Entre las personas que salen está Pepita Revuelta, Lelis Céspedes, Manuela, Tere Rodríguez, Gelis Camino, ( la niña es Margarita Rodríguez).
El siguiente domingo volvió a actuar la Sociedad Recreativa de Ampuero en el Coliseo y “se portaron como actorazos de primissimo cartello”

“En La Reja rivalizaron en delicadeza, estudio y elegancia Teresa García y Matilde Madrazo. Belén Ortiz en su Maruja estuvo divinamente.
Ernesto Rivero hizo su D. Bienvenido muy cómico y bien estudiado.
Antonio González… Inimitable, así con letras grandes.

Carlitos, Felipe Ortíz y Rafael Revuelta, muy sensatos en sus respectivos papeles y Pepe Pacheco, superior en su papel de Verdejo, del que obtuvo efectos cómicos de primer orden.
En el monólogo La Huelga de Los Herreros estuvo Pepe Pacheco a la altura de las circunstancias: hablando y accionando como debe hacerse. Pero permítame el amigo Pepe un consejo: Aunque dice bien los versos, estudia, se mueve y detalla bien, su cuerda no es la dramática; haga siempre papeles cómicos, que son los suyos y si en los dramáticos le aplaudimos con gusto, en los cómicos lo haremos con entusiasmo.

En la muela del juicio estuvieron todos lo mejor que se puede esperar entre aficionados. Todos parecían verdaderos artistas… dignos de figurar en un cartel de primer orden….
Se estrenaron dos decoraciones pintadas… ¡como pintan los hermanos Sanz!

La de La Reja es un jardinito poético, iluminado por la luna, digna obra de tales manos, y la otra una salita modernista que no desdice de lo que nos tienen acostumbrados a ver los autores del decorado del Café Universal, modelo de sencillez y buen gusto, y del techo de la Farmacia de D. E. Avendaño, obra pictórica de acabadísimo detalle y de admirable factura técnica.
O, Roysam (Luz Cántabra. 12-2-1911)

Sigo subiendo al blog las noticias que encuentro en los viejos periódicos ampuerenses referentes a representaciones teatrales. Casi siempre en estas viejas crónicas se hallan informaciones de interés.

 

 

 

 

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